domingo, 20 de abril de 2014

Cosas del domingo - Como un arañazo en una pizarra

El traqueteo de las ruedas de las maletas sobre las irregularidades de la acera me ha estado acompañando  toda la tarde. Hoy es el día que regresan la mayoría de los estudiantes y quienes estuvieron de vacaciones. Los vecinos con los que compartimos sólo un trocito de medianería y todas las intimidades de su dormitorio, también han vuelto, acompañados por un gato con el que la mujer habla como si fuera un niño pequeño, poniendo esa voz cantarina y chillona que muchos adultos fuerzan al pensar que facilitan la comprensión de un bebé . Al gato no le gusta y ha estado lanzando un maullido lastimero desde su llegada. 

2 comentarios:

  1. De gatos y estar pobre sé yo. Hay gatos de todos tipos, aunque por lo general son solitarios e independientes, hasta el horario comprendido entre preparar la comida y consumirla, momento en que se vuelven fieles compañeros por conveniencia. En este instante tengo dos gatos, macho y hembra. La hembra se cree perro, extraño que ve, extraño que muerde, ah y me acompaña por toda la casa. El macho se cree cuaima (mujer dominante / peleona), en donde estoy, está el maullando, como si me estuviese reclamando.

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    1. Ja, qué gatos más extraños. Cuando era pequeña teníamos una gata bastante pendenciera. Con la perra que teníamos se llevaba muy bien, pero con los demás perros, siempre peleaba, hasta que un bulldog, enorme incluso para un humano, la dejó tuerta. Pobre bicho.

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