domingo, 30 de octubre de 2011

Empanada

Aaaaaaaah, me hago vieja. Estoy empanda y aún queda la mitad de mi fin de semana. 

La noche del viernes lo pasé muy bien en el concierto de Les Luthiers. La actuación se me pasó muy rápida, me pareció corta, aunque empezó a las nueve y terminó a las once, sin descanso. Incluso Guille se rió con algunas actuaciones (y eso que estaba triste porque ha fallecido uno de los chicos de la asociación de la que es voluntario). 

El vuelo normal. Ahora salen desde el aeropuerto de Málaga. 

Los JYJ impresionantes (ellos). Del concierto, mejor no hablar... bueno, sí. No estoy preparada para ir a conciertos de este tipo (me enfurecen). No comprendo a quienes van para, en lugar de escuchar las canciones, tirarse todo el rato gritando como si estuviera poseída (pobre Guille, creo que era uno de los 20 tíos que había, entre miles y miles de chicas). Veinte tíos, contando a los componentes del grupo y los bailarines. Los gritos no me dejaron escuchar nada, los barridos intentando cantar unas canciones cuya letra no conocían (sobre todo las que cantadas en coreano, cantaron algunas en inglés), no me dejaron escuchar nada, los consoladores con bombillitas rojas en su interior balanceados al aire, no me dejaron ver nada, las cámaras alzadas para gravar lo que ocurría en el escenario, no me dejaron ver nada, los teléfonos alzados para sacar fotos, no me dejaron ver nada... al final lo que pude ver, fue en la pantalla gigante, y lo que pude escuchar, sólo fueron gritos... en fin (supongo que me hago vieja... o estoy acostumbrada a ser más razonable con las cosas que me gustan). 

viernes, 28 de octubre de 2011

Chu-chuuuuuuuuuuuuu

Fin de semana intenso. Empieza esta tarde. A las 9:00 concierto de Les Luthier en el Palacio de Congresos de Granada. Mañana vuelo a Barcelona a las 12:00, por la noche, también a las 9:00 h, concierto de los JYJ en el Poble Espanyol. Domingo por la mañana, visita con mi suegra al cementerio de Castelldefels, donde están enterrados los abuelos maternos de Guille. Por la noche, fiesta de Halloween en la casa de Raimon (siempre monta una juergas tremendas). Lunes, resaca por la mañana y terminar una pericial para entregarla el miércoles. Martes, vuelta a Granada (cada vez son más breves las visitas a casa). 

jueves, 27 de octubre de 2011

Cuentos infantiles

Esta madrugada llovió torrencialmente y desde entonces no ha dejado de caer agua, aunque ahora lo hace de manera más apacible. En tardes como esta apetece, a partes iguales, permanecer en la casa ante un buen libro, o enfundarse en un chubasquero y salir a pasear, sentir el repiqueteo de la lluvia sobre la capucha que casi nos aísla del exterior.

En estas tardes, durante mi infancia, era cuando mis hermanos cebaban mis pesadillas sin saberlo. Inventaban cuentos para mí, aunque yo pensaban que eran verdad porque siempre cogían un elemento de la realidad. Eran capaces de detallar cómo el viento había arrancado de cuajo un árbol gigantesco y gemelo al que había delante de la puerta de mi casa, matando a la familia que dormía dentro. De los cuatro hijos, sólo había quedado viva la niña pequeña porque tenía la costumbre de dormir bajo la cama. También contaban cómo un soldado loco, con un cinturón de granadas, había convertido el lugar en una carnicería: carne picada a granel, la que ni siquiera podían despegar de las paredes porque las paredes también habían volado. Y mi preferida, la historia de los zombis, que en la supuesta realidad, eran enfermos de rabia, transmitida por los murciélagos que había en la cueva del cerro, donde se guardaban las armas caducadas a la espera de su destrucción. Cinco soldados enfermos habían enloquecido y atacaban a todo el que se le pusiera por delante. Estaban tan sedientos que atacan al primero que se le pusiera por delante para beberles las sangre después de morderles el cuello. Todas las historias tenían una atadura con la realidad: el socavón delante de la casa contigua, el pavimento de la antigua cantina perdido entre los árboles jóvenes que había cerca de mi casa, e incluso la historia de los zombis: un soldado había contagia a otro de hepatitis, el soldado contagiado, mordió al farmacéutico; lo culpaba de haber protegido en exceso al soldado enfermo originalmente. 

miércoles, 26 de octubre de 2011

La soledad compartida

Algunos días ni siquiera intercambio una palabra con otra persona directamente. El trabajo me mantiene atada al ordenador y sólo salgo de madrugada para correr. Últimamente ni siquiera encuentro al señor pegajoso que aseguraba que le gustaban las chicas sudorosas. Cuando Guille o mi madre me llaman por teléfono, al principio mi voz suena rara, como si acabara de despertar, un poco ronca y seca. Pero, no me siento sola. Estoy en constante conexión con los estudios de Barcelona y Málaga. Es casi adictiva la presencia de otras personas en la red, respondiendo a dudas, dando sus opiniones o solicitando respuestas. Por la noche, cuando ya todos se han desconectado, cuando ni siquiera queda mi hermano o mi cuñada de Londres (allí es una hora menos y se acuestan más tarde que el resto) añoro la presencia de alguien. Antes me sobraba con los chats (solía entrar a los de la Cadena Ser) pero ahora ya no conozco a nadie y cuando vuelvo la gente me parece mucho menos interesante que antes. Es curioso lo mucho que cambiamos en poco tiempo.

martes, 25 de octubre de 2011

Curiosidad


Lo siento, no hay imágenes impactantes... sólo tenía curiosidad (ver entrada de las 9:10). Que tengáis un feliz día (hoy Barça-Graná), lluvia, es una mañana preciosa, de esas en las que es una pena permanecer encerrada...

lunes, 24 de octubre de 2011

Como un elefante rosa volando

Cosas raras que le ocurre a gente que he conocido:

- La saliva de mi sobrina no sirve para pegar sellos. Algo en su composición hace que dé el lametón  y al cabo de pocos segundos, en cuanto la saliva se ha secado, plot, el sello cae (le ocurre siempre, con cualquier tipo de sello).

- A una compañera de clase del instituto le daba tanta dentera tocar el papel después de lavarse las manos que podías martirizar pidiéndole que firmara cualquier documento o que te buscara algo entre las páginas de un libro. Hasta que no pasaban una media hora o se pringaba las manos con crema, no volvía a la normalidad.

- La orina de compañera de piso durante la carrera era tan ácida que sólo podía utilizar bragas de color blanco. Las de color o estampadas terminaban desteñidas por culpa de su orina (lo malo es que tenía la pésima costumbre de coger la ropa interior de las demás cuando tenía posibilidades de "mojar".

- Una de mis cuñadas tiene sensaciones "fantasmas". Cuando menos se lo espera siente que le han puesto una llama en el trasero o que le cae agua sobre la pierna y la humedad se extiende, o que le están soplando en la nuca.

Historia de dos ciudades: Granada

Granada es pequeña, casi un pueblo grande. Muy compacta. Se puede ir a cualquier parte a pie, a pesar de que muchas calles están adoquinadas o el pavimento es con piedras, con un relieve excesivo que hace incómodo el caminar si no se lleva el calzado adecuado. Algunas calles, sobre todo en el Albayzín, tienen una pendiente superior al 100% (esto significa que por cada metro que se avanza, se sube uno). Se me queda pequeña. Suelo salir a pasear los viernes, sábados y domingos por la tarde, cuando no hay algún evento cultural que me recluya en el Teatro Isabel la Católica, o El Palacio de Congresos, o Auditorio Manuel de Falla... En una tarde se puede recorrer sin problema de punta a punta. Al caminar por ella con lentitud, sin prisas, buscando los rincones que nunca has pisado, se reciben sorpresas inesperadas: de repente te topas con la casa donde nació Morente, o un aljibe del siglo XVI o una iglesia de estilo mudéjar. Es fácil perderse por las callejas del Albayzin, y casi una obligación. Algunas son tan angostas que se pueden abarcar al  extender los brazos. 

Debe ser que por estas calles del Albayzín la mente se distrae y el tiempo corre sin percibirse, por la que da la sensación de que Granada está llena de agujeros de gusano (los de Stephen Hawking). El mismo camino que por el Albayzín apenas son unos minutos, por la Gran Vía y Avenida de la Constitución casi llega a media hora, para llegar al mismo punto, aunque los caminos discurren en paralelo, con un desnivel de unos 100 metros. 

Aunque estoy acostumbrada a las extensiones sin límites de Barcelona, a la inmediatez para conseguir lo que se desea en sus comercios, a la satisfacción de poder encontrar cualquier día de la semana algo interesante que ver u oír (conciertos, obras de teatro, películas de cine actuales o antiguas); en esta ciudad estoy aprendiendo lo que es la vida tranquila.

jueves, 20 de octubre de 2011

Los "hunos y los hotros"


Cuando era pequeña me llevaban al colegio en furgones militares. De vez en cuando el Ministerio del Interior informaba sobre un comando etarra por la zona y el riesgo de un atentado, y en los furgones, que sólo solía ir el conductor y un ayudante, de repente los acompañantes se convertían en una multitud, al incrementarse con una pareja de "Calimeros" (el apodo se debe a unos dibujos animados antiguos). PA Policía Armada. Dos soldados con casco blanco y cetmes apoyados en sus rodillas durante todo el trayecto. Los primeros días nos subíamos al furgón como si nos llevaran al matadero. La sensación de peligro inminente era muy viva. 

Hoy que ETA ha anunciado el cese de sus asesinatos, la sensación es agridulce. No creo que sea definitiva esta tregua que da. Dentro de pocos meses culparán al gobierno de no satisfacer sus exigencias y las querrán imponer a la fuerza, con asesinatos. Pero, al menos durante unos meses, estarán "apaciguados" y muchos niños de militares o simple ciudadanos, dejaremos de ser posibles "daños colaterales" de este "conflicto armado". 

Lo de los "hunos y los hotros" no es una burrada ortográfica. Sólo hago alusión a Unamuno. Estoy contra los "hunos", los etarras cuyo único razonamiento es meter una bala en la cabeza, y estoy contra los "hotros" los que son incapaces de ver quiénes son las víctimas reales y, por su miedo a ser considerados pro militaristas, o no suficientemente modernos o ... (¿qué ideas puede pasar por la cabeza de quien no censura los atentados de la T4 o los del Hipercor de Barcelona?) 

Culpables de ser víctimas

¿Somos culpables de la ignorancia ajena? Un puñado de señores bienintencionados se han reunido en San Sebastián para hacer alarde de su pacifismo en una supuesta "Conferencia de Paz" donde se exige a ETA que cese la violencia (¡manda huevos!!! Como si la imposición de los ideales de una minoría -o mayoría- por medio de las armas se pudiera justificar de alguna forma, y no considerarse directamente censurable-asesinatos de personas tan culpables como un par de señores que dormitaban en el aparcamiento de un aeropuerto o niñas que jugaban en el patio de unos pabellones de la guardia civil -como yo he hecho tantas veces a lo largo de mi infancia-). También piden a los gobiernos de España y Francia que entablen un diálogo con los terroristas. Supongo que a cambio de no seguir asesinando querrán que se acerquen al País Vasco a los presos de ETA, y seguramente disminución o anulación de algunas penas alegando que son "presos políticos". 


Me gustan las películas porque, en casi todas, al final suele vencer el bien sobre el mal, y hay justicia. En la realidad no es así. ¡Cómo enrabia que un puñado de ignorantes no sepan reconocer a las víctimas reales! Por ejemplo, la Abuela de la Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, ¿cómo puede apoyar a los etarras? ¿Sería capaz de encararse a la madre de Irene Villa? Siempre intento ser ecuánime ante cualquier situación. Intentar verlo desde, incluso, el punto de vista más desfavorable y ajeno a la justicia, para intentar comprender el comportamiento humano más desequilibrado, pero en esta ocasión no soy capaz de encontrar la justificación de quienes consideran que los etarras no sólo son un puñado de asesinos. Nadie tiene derecho a imponerme sus ideas poniéndome una pistola en la sien. A eso se le llama dictadura.

Aún así, aunque pienso que ETA ya agonizaba sola hace tiempo y que iba morir de forma "suave", como suelen ocurrir en este país las cosas, sin apenas causar estragos, sin grandes alharacas, y aunque pienso que la Conferencia de Paz de San Sebastián sólo "purifica" la imagen de los etarras, bienvenida sea si consiguen que  al menos se salve una vida (por que la vida es lo único que tenemos). Ahora sólo cabe preguntarse qué ocurrirá con los etarras cuando los empresarios vascos dejen de pagar el impuesto revolucionario y deban buscarse un trabajo legal para seguir subsistiendo. 

El cultivador de palabras


Dice mi tío Fermín que existen tres tipos de personas: Los apáticos, a los que todo les da igual en esta vida, y que terminan siendo pasto del olvido en cuanto dejan de estar presentes; los "-1" personas nacidas exclusivamente para atormentar a sus semejantes y a sí mismas, incapaces de adaptarse a cualquier situación sin encontrar un montón de contrariedades, y que necesariamente se deben olvidar para no contagiarse de su amargura; y finalmente los "positivos", personas que constantemente aportan cosas y a los que conviene pegarse para enriquecerse uno mismo. El blog de Antonio Muñoz Molina está lleno de este tipo de personas. Entre ellas, un señor que utiliza el alias de José Carlos P.T., es capaz de sacar un poema de cualquier nimiedad. Casi todos los días proporciona una sorpresa a algunos de los que habitamos ese blog y nos dedica un poema. Marco (otro de los blogueros)  y yo tuvimos la suerte de que nos dedicara el siguiente soneto:  

EL JARDINERO FIEL
El jardinero fiel vive en la corriente
de vivir sin dioses ni patrias por decreto;
a solas con su vida y sus esqueleto.
Como el río caudaloso bajo el puente.
No comulga con ruedas de molino.
No quiere el corazón para la pena:
vivir es un regalo, no una condena.
En lo ordinario descansa lo divino.
Hay un orden que gravita en la memoria:
el ruido del mundo es tu propia historia.
Yo cultivo las palabras a destajo.
Me busco en la luz de la madera.
Y voy creciendo aunque no quiera.
Ser es toda mi fe y es mi trabajo.
( Martes, 18 de Octubre de 2011 )

martes, 18 de octubre de 2011

Contrapunto

Sánchez Dragó afirma: "Los indignados son prefascistas, aunque ellos no lo saben". ¿Son de interés las palabras de una persona que sólo hace comentarios para llamar la atención? Ni siquiera él parece creer sus propias palabras, pero tiene que "hacerse notar" para tener alguna posibilidad de ganar adeptos ya que por su escritura y los temas que trata, dudo que consiga que alguien le haga caso... en fin, hay gente pa'to.

El placer de la verdad



Por fin he acabado de leer La Noche de los Tiempos, de Antonio Muñoz Molina. Estaba predispuesta a que no me gustara por las críticas y comentarios que he leído o escuchado, y sobre todo por la ausencia de alabanzas de la gente que habita su blog. Pero la verdad es que he disfrutado mucho de esa novela, de cada frase, de cada palabra. La he leído en dos arrebatos de lectura en los que desaparecieron la realidad y los que me dejó un resabio de inseguridad y de provisionalidad. 

viernes, 14 de octubre de 2011

El día de la marmota!

Mi cumpleaños (otra vez). Mi madre ya me ha felicitado (y hasta me mandó un regalo con mis hermanos: un par de blusas -y faltando a su costumbre, de mi talla -tiene la manía de comprarme la ropa muy holgada (creo que  piensa que aún estoy creciendo)-). Mis hermanos vinieron el lunes y estuvimos comiendo juntos. Arreglando el mundo durante dos horas y media. Salió el tema niños. Niños en general, en la vertiente de por qué algunos niños se convierten en balas perdidas y otros llegan a ser grandes personas, o simplemente, personas (lo que ya es todo un reto). Mis hermanos son de la teoría de que debe gustarte algo para salir adelante y para que el aburrimiento no te haga perderte en mitad del camino. Nos ponen como ejemplo a nosotros mismos y a algunos compañeros y amigos que tuvimos. A ellos siempre le gustaron las motos, a mi Guille le gustaron todos los deportes, a mí me gustaban los libros. Todos teníamos un hobby. Sólo era un entretenimiento, nada serio. Pero suficiente para que prefiriéramos estar sumergidos en nuestra diversión que vagando y buscando alguna forma de matar el tiempo. 

También salió el tema del fracaso escolar. Realmente no supimos precisar a qué se debía. No creemos que sea debido al gobierno (que se satisface en tener un montón de fracasados intelectuales -como si fuéramos un puñado de cerdos cebados y satisfechos- más fáciles de manejar que si fuéramos inteligentes y tuviéramos mayor capacidad de raciocinio-). A la única conclusión que llegamos es que están mal vistos los empollones. Si sobresales en algo, te tachan de empollón y tienes que pagar las consecuencias: las burlas de tus compañeros o el aislamiento social. Tener buenos profesores influiría para que no hubiera tanto fracaso escolar, por supuesto, pero también que esta sociedad cambiara y valorara la inteligencia por encima de la belleza física o la situación social. 

Este segundo cumpleaños promete mucho más que el primero (de momento, esta tarde viene Guille).

domingo, 9 de octubre de 2011

Regalos

Ayer fue mi primer cumpleaños y comenzaron a llegar los regalos:

-Bragas de Miky Mouse de mi sobrinilla (aún no las he estrenado. Le he prometido hacerme una foto en una de esas rejillas que lanzan  viendo -tipo Marilyn Monroe-, hay una en la calle San Antón).

-Una novela escrita a cuatro manos por Raimon y Pere (me la mandaron ayer, pero hasta esta mañana no la he visto porque no abrí el correo).

-Hace un ratito, un ramo de flores de Guille (se ha enfadado un poco porque me debió llegar ayer, pero ayer estuve fuera casi todo el día, es comprensible que no pudieran entregarlo).

-Autorregalo: unos botines de cordones con tacón alto. Son muy cómodos, a pesar del tacón, y un bolso. Estoy esperando a que hoy (día 10) salga el último libro de Antonio Muñoz Molina para autorregalármelo también (Pura Alegría -una reedición con sólo un cuento nuevo).

-Mi hermano de Londres: una bufanda rosa con borlas -gigantesca-. La llevaba puesta cuando se enchufó por cam ayer por la noche, y le daba tres vueltas al cuello.

-Mi suegra: los tirantes que no fui capaz de encontrar aquí y un "detallito" para la casa (Guille, infantil, se ha chivado: dos cuadros para el cuarto de baño).

- Mi suegro biológico (aunque me regaló hace nada a Tula), un libro sobre Eiffel y la belleza de sus puentes. (Me acaba de llegar por mensajería). 

... Mi madre, por no faltar a su costumbre, se ha vuelto a olvidar de mi cumpleaños (menos mal que tengo dos, así tendrá una segunda oportunidad). 

Concentración aciaga

Hay días en los que las malas noticias se suceden una tras otra sin tregua. Hoy ha sido uno de esos días. Al principio sólo fueron pequeños contratiempos, como que se rompiera mi camiseta favorita cuando me la iba a poner o que los encargados del chino se equivocaran de pedido y al final tuviera que comer casi a las cuatro de la tarde. Luego fue mucho peor: que uno de mis escritores favoritos me decepcionara o que me enterase que una de las chicas que cuidé durante mi etapa de voluntaria en oncología, falleció hace dos semanas, a los 28 años de edad, cuando, supuestamente, estaba por completo curada del cáncer. Algunos días no merecen la pena levantarse. Sin embargo, la sensación de hoy sólo es agridulce: soy consciente de que cada día de vida, de "relativa" normalidad, es un regalo de los que muchas otras personas no pueden disfrutar (los padres de esa chica, por ejemplo, a pesar de haber pasado dos semanas, o expresamente por haber pasado el atolondramiento del duelo, estarán sufriendo lo inimaginable en este momento). Yo sólo tengo que sentarme y recordar con cariño a Cecilia (jugábamos a pasar de contrabando pasteles -le hacían pensar que los tenía prohibidos para que no se alimentara exclusivamente de dulces-), o esperar que mi escritor favorito vuelva a escribir un artículo o un cuento para que me reconcilie con él (tengo memoria de pez). 

jueves, 6 de octubre de 2011

El eslabón perdido

¿Alguien ha leído a Tomas Tranströmer? (Cada vez nos lo ponen más complicado)

Libre albedrío... ¡a mi pesar!

Ayer estuve en el Decanato de la Caleta para entregar las alegaciones de una pericial. Había cola (cosa normal) y entre la gente que allí había (casi todos abogados) comenzaron a hablar del bodorrio de la Duquesa de Alba. Algo ocurre con este acontecimiento que enciende los ánimos de las personas (algo que se me escapa, supongo que por culpa de no tener tv y no estar al día de los pormenores del acontecimiento). Uno de los abogados que allí estaban aseguró, sin rubor, que deberían prohibirle casarse a la vieja... ¡Eing! Se me quedó cara de pasmada. Otro hizo un chiste fácil sobre el aspecto de la señora (la llamó caniche -creo que es un apodo que le da la gente en general, porque lo he vuelto a leer hoy). ¡Eing! La vedad es que la mujer tiene un aspecto raro, pero, a estas alturas, nos vamos a poner a exigir belleza y compostura a toda persona que quiera pisar la calle? Aún no me he enterado la razón por la que todo dios la critica. Yo sólo veo a una señora mayor que ha querido casarse (que tenga más o menos compostura y elegancia, es algo que no debería importar -o deberíamos arrojar a todo esperpento o persona que se sale de la normalidad, al circo (como en la película "La parada de los monstruos")? 

No comprendo cómo personas que se dedican a buscar la defensa de los derechos de quienes los necesitan, se atrevan a imponer las limitaciones de su pleno albedrío de alguien en concreto. La igualdad debe ser para todos, ni la falta de belleza o compostura, ni el que le sobre el dinero y los títulos nobiliarios, debe ser excusa para limitárselos.

martes, 4 de octubre de 2011

Paso a paso (un día de pereza)

14:23-16:30 Hora de preparar la comida. Un muslo de pollo, zanahoria y patatas. Mientras cocino y como veo El Beso de la Mujer Araña. Me la aconsejó Guille. Él separa las películas en: tuyas, mías y de los dos. El Beso de la Mujer Araña es "mía" exclusivamente.

16:30-17:30 Limpiar la cocina y el baño. Nieves vendrá el jueves a limpiar el resto.

17:30-18:30 Compras. Supermercado. Zapatería. Pastelería (me gustan mucho los pasteles salados de Flor y Nata).

18:30-20:00 Leer el blog de AMM, responder a las preguntas que me han hecho en Solo arquitectura. Responder el correo. También he vuelto a comenzar a estudiarme el diccionario. Vuelvo a cometer más errores de lo normal escribiendo.

20:00-20:45 Conversación con Guille. Le han adjudicado dos nuevas periciales de lindes. Eso es bueno (trabajo en tiempos de crisis) y es malo. Debería poder venir ya para Granada. Hay que tomar datos de campo (pero, principalmente, porque lo echo de menos). 

20:45-0:00 Un poco de todo. De vueltas con el diccionario (tengo que leerlo en periodos cortos de tiempo, menos de 15 minutos seguidos. Periodos más prolongados me haría prestar menos atención). He estado en el blog del escritor Antonio Muñoz Molina. A estas horas es casi como un chat. Es divertido. Con preguntas y comentarios con respuestas inmediatas. 

0:00-0:30 Conversación con mis hermanos y mi madre. Mis hermanos no paran de lanzar indirectas sobre mi próximo cumpleaños (saben que se olvidará, es una tradición que lo haga). Mientras hablábamos, hemos hecho el dibujo de una tija. Las tijas y las horquillas para moto las dibujamos en menos de cinco minutos. Ya le tenemos cogido el tranquillo.

0:30-0:45 Cena. Un melocotón, dos pastelillos salados (de anchoas y de atún con tomate ¡Qué ricos!) y un café (mezcla de Uganda, aromático).

0:45-1:30 Recoger la ropa (me gusta subir a la cubierta del castillete a estas horas: completo silencio en esta zona de Granada). Es una noche tranquila y serena. El veranillo del membrillo se está prolongando. Cinco de octubre y aún se puede estar en plena noche en manga corta. Tender la ropa. Doblar la que he recogido y tiene la frescura de la noche.

1:30-2:00 Leo el manual de AutoCad 2010 para ver las novedades que tiene el programa. Hace poco que lo instalé. Lo conozco a la perfección, pero siempre es bueno recordar lo ya sabido (a veces hay sorpresas).

2:00-2:15 Me preparo para salir a correr. Me asfixio dentro de la casa. Doy saltos y corro entre las mesas del estudio. El estudio es una sala grande, una antigua terraza, una zona ocupada fuera de normativa con cubierta de panel sandwich y paramentos de vidrio y aluminio. La dilatación del metal hace que a estas horas la casa esté llena de fantasmas, de crujidos que son capaces de sacarte del sueño más profundo y hacerte temblar durante los segundos que la mente tarda en percatarse de la situación. Me voy a correr... hasta luego

2:15-4:10 Correr. Una noche tranquila.

4:10... Ducha

7:00-7:05 Despertador, gotas para las lágrimas (tengo una extraña fobia: antes de ponerme las gotas tengo que asegurarme de que el bote es el correcto -ridículo-. Estoy convencida de que algún día me pondré en los ojos el pegamento de las uñas, el bote es casi idéntico, pero el otro lo guardo en un cajón del armario del baño y jamás lo dejo sobre la mesilla de noche).

7:05-8:00 Ducha, maquillaje (hoy tengo que ir al ayuntamiento), hacer cama, ordenar cuarto

8:00-8:34 Desayuno (un té, se llama Marco Polo, aromático, lo compro en la tienda que hay al principio de la calle San Antón) y un pastelillo salado (este tiene una salchicha dentro).

8:34-9:45 Hablar con Guille y hacer tiempo mientras llega la hora de salir de casa.

9:45-14:10 Entrevista con la arquitecta de visados del Ayuntamiento: ¡Yujuuuuuuuuuuuu! ya tenemos licencia de obras (ahora es cuando comienza lo realmente complicado). Entrega de documentación en el decanato de la Caleta y en el de Plaza Nueva. Vuelvo tranquilamente a casa. Han cerrado la panadería que había junto a la librería Flash (qué pena!).

14:10... Hora de preparar la comida....

Refrito de sesos con cebolla

¡Qué complicado es a veces satisfacer a los clientes! Comienzo a recuperarme del agotamiento de la última semana. No me había dado cuenta de que estaba tan cansada hasta que ayer por la noche fui incapaz de salir a correr. La primera vez que me ocurre en mucho tiempo. La levedad con la que muchos clientes cambian de opinión, irrita. No se dan cuenta qué significa que hoy quiera un dormitorio en planta baja y mañana dos y antes de ayer quería tres. Me gusta cuando los proyectos nacen de una idea remota y van tomando forma, perfeccionándose, siendo más apropiados para quienes van a habitar esa casa o edificio, imaginando sobre papel qué será su vida dentro de esas paredes, previniendo las necesidades que se tendrán, las que se presenten en un futuro más o menos cercano, o incluso remoto. Muchos de mis clientes son parejas de jóvenes que, con mucho esfuerzo, pretenden hacerse la casa donde vivirán después de casarse. Algunos no la terminan nunca porque rompen antes. A casi todos la falta de medios los obliga a cometer el mismo error de comprar solares muy pequeños y hacerse una casa en vertical: muchas plantas y escaleras angostas de las que estarán cansados al segundo día. No siempre se puede tener lo que se quiere (eso lo aprendemos cuando aún tenemos el chupete en la boca).

Hoy es un día de pereza, al menos durante unas horas. No hacer nada que exija un mínimo esfuerzo intelectual... de media trabajé 14 horas (me merezco un descaso, ea!)

lunes, 3 de octubre de 2011

Buaaaaaaaaaaaaaaaa, buaaaaaaaaaaaaa

Guille se marchó ayer por la noche y me dejó una sensación idéntica a la que sentía durante la infancia, cuando, a última hora del domingo, mis hermanos me buscaban por todos los rincones de la casa (yo solía esconderme temiendo ese momento) para que hiciera la maleta. Los lunes a primera hora, antes del amanecer, ya estaba el ayudante del conductor golpeando mi puerta para llevarme al colegio. Ni siquiera tenía la posibilidad de ir con los demás niños en aquella ocasión: siempre me recogían los conductores que iban al mercado a hacer la compra del Destacamento. Debía estar antes que los demás niños en el colegio para deshacer la maleta. A veces llegaba tan temprano, desafortunada de mí, que las monjitas, misericordiosas, me obligaban a escuchar misa con ellas para que no estuviera sola. Era una sensación de desamparo, de desarraigo, de soledad; y ayer se repitió. 

Y para colmo no me han concedido la beca para estudiar estructuras en Japón (culpa de mi incapacidad para escribir en inglés). 

Por eso el doble buaaaaaaaa... pero lo bueno es que la rabieta sólo me duró un ratito. Luego me fui al cine (sin duda estoy cambiando, me estoy haciendo vieja). 

domingo, 2 de octubre de 2011

Orgullo y perjuicio


Esa pulsera me la ha regalado Guille, con el beneplácito de quien se la regaló a él. Creo que en este momento es uno de los objetos que poseo de más valor (no económico, por supuesto) pero sí sentimental. A Guille se la regaló Ramón. Ramón es un chaval de 16 años al que hace pocos meses le han colocado un respirador para poder seguir viviendo y para no tirarse más de 20 horas al día dormitando. La enfermedad parece que avanza más rápidamente en él que en otras personas. Por lo general hasta cumplir los 18 no les es imprescindible el respirador. Sufre distrofia muscular de Duchenne. Le prometió a Guille hacer algo con sus propias manos en cuanto estuviera mejor (Guille le dio el último empujón para que aceptara que le colocaran el respirador -tenía miedo porque sabe que ésta es la última etapa de su vida, lo que no sabe es lo prolongada que puede ser-). Los padres de Ramón son del tipo: "Mi hijo no necesita hacer eso. Lo que tiene que hacer es estar tranquilo, y ya está!". ¡Cómo me encorajinan esos padres!