martes, 19 de abril de 2011

Volver a Málaga

A veces es bueno que no te puedan complacer (recibes todo un regalo). Hoy estoy en un hotel de la calle Molina Lario de Málaga. Pedí una habitación con vistas al puerto, pero, oh, fortuna, no les quedaba. Creo que he salido ganando... Esto es lo que veo desde mi ventana:

domingo, 17 de abril de 2011

Otra vuelta de tuerca

El 2 de abril salió en el ABC Cultural un "artículo" referente a D. Antonio Muñoz Molina y Dª Elvira Lindo que, en una primera lectura puede parecer ofensivo y con el único propósito de molestar... pero analicemos frase a frase:


"¡Cómo van a Avilés a ver a Woody Allen con el clarinete teniendo a Bach en el Carnegie Hall!"  La frase anterior denota admiración por el buen gusto que se le supone al matrimonio de escritores. ¿Es preferible Bach tocado por una buena orquesta -sea cual sea el lugar donde toquen- que Woody Allen -más conocido por ser director de cine que por ser músico-? (Creo que el sentido común responde sobradamente la pregunta).


"Qué linda está la mañana, qué bonitas todas las flores… La música amansa a las fieras, pero excita a los cursis*. “¡Música!”, piden en los toros los paletos en cuanto su matador agarra la muleta: creen que sin música el empresario les sisa media entrada. Por eso los Lindo no van a los toros" En esta frase me temo que al sr. Ruiz Grillado se le fue un poquito la pinza. ¿Qué tiene que ver el culo con las temperas? ¿Alguien no va a los toros por la música o por la ausencia de ésta? Lo dudo mucho... Pero esa primera metedura de pata la solventa con el derroche de generosidad que hace de inmediato al llamar al matrimonio Muñoz Molina-Lindo, simplemente "Los Lindo". Aparta de sí su misoginia y, sabiendo que en EEUU se suele llamar a los matrimonios por el apellido del marido, en deferencia de Elvira Lindo y sin duda de la ministra de igualdad, buscando la paridad entre géneros, los llama simplemente "Los Lindo". ¡Qué bonito! Este detalle me ha hecho derramar hasta lágrimas de emoción. 


 "Los Lindo van al Carnegie Hall a oír la “Misa en si menor” de Bach –cuyos derechos defienden los Lindo en sus cenas con la ministra Angelines– invitados por un chico belga del coro japonés" Ya, Sr. Grillado, yo también los envidio por poder oír la "Misa en si menor" de Bach. En este momento la estoy escuchando en el Spotify ... a falta de pan....


"(¡Caramba, qué buenos chascarrillos progresistas nos estamos perdiendo!)" Al sr. Grillado le gusta reír, por eso echa en falta algún chiste con ingenio (debería leer a Elvira Lindo, se desternillaría. Manolito Gafotas está a su nivel intelectual).


"Y los Lindo quedan “transportados” hasta el punto que la señora Lindo no pierde la ocasión de darle un pellizco de monja a la Iglesia, que por culpa del Vaticano II cambió a Bach por Kiko Argüello. Como las señoras del chiste de la Mahou, la señora Lindo, sin dar más que para hermana tornera soplando la siringa, se mete en los jardines de la música y la teología. Pobres Steiner o Ratzinger, de quienes no ha leído una línea, a su lado" No debe apenarse por Steiner, que Elvira Lindo ha admitido leer. Por Ratzinger sí debe apenarse que es incapaz de incitar la curiosidad de una escritora de la valía de la sra. Lindo. Claro que también debe comprender el sr. Grillado que para encontrar interesante a Ratzinger hay que ser un poquito meapilas.


"Y para “destransportarse”, los Lindo se pegan una “cena frugal”..."  Dato anecdótico



"“Cena frugal” es lo contrario de “cena opípara”, que era la cena de un personaje del señor Lindo que le hacía decir a Umbral que un tío que escribe “cena opípara” no sabe escribir. En cualquier caso, allá Umbral, que se echó la novela a la espalda, cuando el señor Lindo, vicario de Cervantes en Nueva York, con el presupuesto que eso significa, donde es bueno es en el suelto." Eing? Algo se me escapa. Necesito datos para comprender esta frase, pero tengo pereza, y ningunas ganas  ponerme a rebuscar en el sr. Google corramos un estúpido velo. 



"Con ese aire de superioridad que da alternar en el Carnegie Hall, y sin renunciar nunca a su misión regeneracionista, el señor Lindo señala, escandalizado, a los diez mil “jenofontines” que se dieron cita en Avilés para oír a Wody Allen tocar el clarinete" Sí, yo también me sorprendo, como el sr. Grillado y como el sr. Muñoz Molina. ¡Diez mil personas!!! ¿Cuántas irían a ver el último estreno de Woody Allen? (Seguro que diez mil). ¡Qué criterio más rarito tiene la gente! Siendo ecuánimes, Woody Allen habría pasado sin pena ni gloria como clarinetista de jazz de no ser por ser considerado un buen director de cine.


"“País de sordos” tituló el sueltecillo, en seguida sustituido, no sabemos si urgido por los lectores del periódico global en español, por “País con ciertas deficiencias auditivas”, matiz propio de un melómano de Bach. "  Supongo que "sueltecillo" se refiere a la tercera aceptación que hace la RAE de la palabra: 3. adj. Expedito, ágil o hábil en la ejecución de algo. ¡Qué forma más sutil y delicada de decir que admira el blog de D. Antonio Muñoz Molina!!!


Uf, menos mal que se acabó -la música de la procesión del barrio donde vivo-. Se acaba de encerrar. Es lo que me tenía desvelada. ¿A qué otra religión se le permitiría causar tantas molestias a los ciudadanos? La cera en el pavimento, el ruido hasta altas horas de la madrugada, calles cortadas... 


Tonterías aparte (respecto al sr. Grillado). El año pasado cometí el error de ir a escuchar (ver más bien) a Woody Allen y su banda al Palau de la Música de Barna. Y al final se le aplaudió. Pero no nos engañemos. Woody Allen es famoso por sus películas (es lo que sabe hacer bien). Con el clarinete es un aficionado, nada más, y que sea famoso no lo hace bueno en todo lo que se proponga hacer (como tampoco debe ser malo en todo lo demás que haga, pero este no es el caso). 

domingo, 10 de abril de 2011

Herencia inesperada

Mi abuela paterna murió el mes pasado. Era una completa desconocida para mí. Creo que la vi cinco veces en este estrecho margen de vida que compartimos en este mundo. La distancia física y aún más la mutua antipatía que se profesaban ella y mi madre, hizo que los encuentros fueran casi imposibles. Según mi madre, las rencillas vienen desde que me bautizaron con el nombre de Rebeca (en honor a la malvada de la película de Alfred Hitchcock). Yo debería haberme llamado Angustias, María o Francisca, o Angustias María Francisca, como ella  (mi abuela paterna). Pero mi madre se negó a seguir la tradición familiar y obligarme a heredar unos nombres tan feos (según su criterio). Yo, la verdad, hubiera preferido llamarme María  a Rebeca. Angustias me hubiera molestado (imagino las bromas infantiles en el colegio) y Francisca me parece excesivamente feo.

La semana pasada me hicieron subir a Barcelona (donde vivía mi abuela) para la apertura del testamento. Sólo había dos herederas (aunque mi abuela tenía bastante familia). Lo que me legó, ya me lo anunciaron antes del desplazarme, no tenía valor (al menos para quien me informó de ello). Era una caja metálica llena de fotografías antiguas (muy antiguas).


El señor de la fotografía es el abuelo de mi padre: Don Jerónimo Osorio Aguilera-López de las Casas (no sé de dónde sacó tanto apellido ni dónde se lo dejó su descendencia). 

¿Por qué me dejó mi abuela la caja llena de fotografías? ¿Por qué a mí? Tiene un montón de nietos más cercanas a las que veía con regularidad. ¿Tendría remordimientos de conciencia por el enfado infantil debido al nombre? ¿Esperaría que yo hiciera algo con esas fotos?