jueves, 6 de octubre de 2011

Libre albedrío... ¡a mi pesar!

Ayer estuve en el Decanato de la Caleta para entregar las alegaciones de una pericial. Había cola (cosa normal) y entre la gente que allí había (casi todos abogados) comenzaron a hablar del bodorrio de la Duquesa de Alba. Algo ocurre con este acontecimiento que enciende los ánimos de las personas (algo que se me escapa, supongo que por culpa de no tener tv y no estar al día de los pormenores del acontecimiento). Uno de los abogados que allí estaban aseguró, sin rubor, que deberían prohibirle casarse a la vieja... ¡Eing! Se me quedó cara de pasmada. Otro hizo un chiste fácil sobre el aspecto de la señora (la llamó caniche -creo que es un apodo que le da la gente en general, porque lo he vuelto a leer hoy). ¡Eing! La vedad es que la mujer tiene un aspecto raro, pero, a estas alturas, nos vamos a poner a exigir belleza y compostura a toda persona que quiera pisar la calle? Aún no me he enterado la razón por la que todo dios la critica. Yo sólo veo a una señora mayor que ha querido casarse (que tenga más o menos compostura y elegancia, es algo que no debería importar -o deberíamos arrojar a todo esperpento o persona que se sale de la normalidad, al circo (como en la película "La parada de los monstruos")? 

No comprendo cómo personas que se dedican a buscar la defensa de los derechos de quienes los necesitan, se atrevan a imponer las limitaciones de su pleno albedrío de alguien en concreto. La igualdad debe ser para todos, ni la falta de belleza o compostura, ni el que le sobre el dinero y los títulos nobiliarios, debe ser excusa para limitárselos.

3 comentarios:

  1. Estoy completamente de acuerdo contigo. He leído también tu comentario a la entrada de AMM y me ha gustado muchísimo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias. La verdad es que no entendí (y sigo sin entenderlo) por qué tanta crítica a una señora que se ha limitado a hacer lo que ha querido. Espero que tanto alboroto no se deba exclusivamente al aspecto físico de la Duquesa. Sería muy lamentable.

    ResponderEliminar
  3. A mí, lo que verdaderamente me llama la atención es que no se diga nada de lo verdaderamente importante: que a estas alturas todavía se mantengan los títulos nobiliarios, de los que esta señora posee más que ningún otro noble en el mundo, de acuerdo con lo que leo en Wikipedia. Además, posee una de las mayores fortunas de España. Y todo eso simplemente por haber nacido, todo herencia, por ser quien es. Eso es lo que se debería hablar seriamente, no que se case o se deje de casar o baile o cante o si sus hijos se enfadan con ella o si su marido es más joven o más viejo. Pero no, no se habla de lo importante, simplemente se cotillea.

    ResponderEliminar