martes, 16 de septiembre de 2014

La caja de sorpresas

Hay una escena que me gusta mucho de Orgullo y Prejuicio, en la versión de 2005, es una escena insignificante que no aporta nada a la trama, pero nos enseña un instante de la vida de los personajes: la cámara sigue a una criada que va dejando objetos en cada una de las habitaciones donde las hermanas se preparan para una fiesta. Esa escena me recuerda la casa de mi madre cuando está llena de gente, como ocurrió hace dos lunes. Mi padre murió un 8 de septiembre, y los días previos al aniversario de su muerte, procuramos pegarnos como lapas a ella para llenar su mente, en la medida de lo posible, con temas insustanciales y evitar que se ponga triste. En cada habitación había alguien, leyendo una revista de motos, hablando con su novia efímera o consultando el tarot por Internet. Resulta complicado comprender cómo siendo tan diferentes nos llevamos tan bien. Sólo mi madre y sobrina estaban juntas, delante de la televisión, viendo uno de esos programa de Telecinco que parecen no tener ni principio ni fin. Mi sobrina conoce mejor que mi madre mis limitaciones para identificar los personajes extraños de ese programa. A la señora que salía en aquel momento en la pantalla la estaban entrevistando por haberse quedado embarazada, supuestamente, del ex novio de la hija de Isabel Pantoja (manda huevos -algún día la RAE tendrá que reconocer el sentido que solemos dar a esta expresión con esta grafía-). Gracias a su larga experiencia en los programas de televisión de personajes insustanciales, mi sobrina tiene la teoría que esa señora no llegará al cuarto mes de embarazo, sufrirá un aborto y soltará lágrimas de cocodrilo por todos los platós donde quieran dar cobijo a su pena. 

El aburrimiento, el tarot no tiene la capacidad de entretener un tiempo indefinido a mi cuñada, hizo que se reuniera con nosotras cuando la extraña señora de la preñez putativa aún seguía parloteando. Mi cuñada nos aseguró que las niñas de hoy en día quieren ser uno de esos personajes. Escuchó a las amigas de mi sobrina hacer planes para el futuro. Querían casarse con alguien famoso, rico y viejo. Todas dieron por sentado que lo de viejo era para ser una viuda prematura. Ante la idea de que tardara en llegar la obligación del luto, la niña que había expuesto su proyecto, dijo: Pues lo enveneno. (Las amigas de mi sobrina tienen entre 13 y 14 años -aterran-). 

Luego llegaron mis hermanos. La televisión siguió de fondo, con el sonido bajado; un murmullo lejano, como esos perros que ladran sin cesar en mitad de la noche y a los que terminas por no oír en cuanto te acostumbras a ellos. Hace mucho que no se me ocurre demonizar los programas que echan en la tv (exceptuando los que ponen en horario infantil con contenido adulto, como ese interminable que ve mi madre). La televisión puede ser pésima o extraordinaria, todo depende de la voluntad del dueño del dedo que maneja el mando a distancia. 

5 comentarios:

  1. Televisión... que de tiempo. Ahora mis únicos ratos frente al televisor son cuando estoy de visita, y como siempre en todos lados hay algo para hacer, no le presto la atención que no se merece Para matar el tiempo, lo mejor son las agujas del reloj... (es un mal chiste, lo siento), al menos para mí, lo mejor es una computadora y lo que derive de ella: internet, juegos, lecturas, blog.

    Las amigas de tu sobrina, en verdad, aterran. A propósito de eso leí en el periódico digital que un vejestorio con dinero se casó con una conejita playboy. http://elvocero.com/millonario-de-81-anos-se-caso-con-conejita-playboy-de-24/ Estoy consciente que en verdad el amor no tiene edad, el amor por el dinero, es eterno, para todo lo demás la pastillita azul, y la pastillita verde para quedar viuda, cuando el tiempo llegue. Si eso es lo que busca las futuras mujeres de la sociedad, que Dios nos agarre confesados, porque al ritmo que vamos, nadie se casará: cada vez hay menos ricos viejos, algunos porque quiebran, otros porque mueren.

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  2. Uf, hay que tener estómago para irse a la cama con un señor que puede ser tu abuelo y que ni siquiera es interesante (hay señores mayores que tienen su morbo, pero no el de la noticia, por mucha pasta que tenga). Espero que Richard Lugner dure hasta los 110 años.

    Las amigas de mi sobrina aterran, pero mi sobrina aterra aún más. Todo el dinero que consigue estos días es para dar clases adicionales de inglés. Su ilusión es ser azafata de avión o piloto (se ha enterado que cobran el doble que las azafatas, y ella lo que quiere es volar). Sabe que necesita un nivel muy alto de inglés para poder serlo. A su edad las niñas deben gastarse el dinero en ropa, maquillaje o chucherías, pero no en cosas que la mayoría de nosotros consideramos un castigo (dar clases pensando en un futuro remoto).

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  3. Tu sobrina, al parecer, está muy centrada en lo que quiere, que es tener su propia independencia económica. Desde donde estoy sentado no tengo mucho para ayudarle salvo darle ánimos y mis más sinceros buenos deseos. Si ese es su fin, tal vez le conviene, adicionalmente a perseguir su sueño, leer el libro de kiyosaki "Padre Rico, Padre Pobre". es un buen libro, aquí en Venezuela es bastante aplicable sus enseñanzas, me imagino que también lo será en España. Si lo has leído, de seguro compartirás mi punto de vista.

    Sonará aberrante, pero por como describes a tu sobrina, me la imagino como a Morticia de "Los Locos Adams": inteligente, centrada, adorable, y con una sonrisa macabra. En resumidas cuentas, mi estereotipo de mujer ideal, a nivel cognitivo y psicológico. Ahora que lo pienso, mi dulzura es todo lo contrario a mi estereotipo de mujer ideal....

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    1. Gracias por el consejo. No he leído ese libro. Lo acabo de encontrar en Amazon. Aunque será complicado dárselo a leer a mi sobrina, porque ha heredado la pereza de su madre y su filosofía de conseguir las cosas con el mínimo esfuerzo. Tiene muy buenas notas, pero sólo de escuchar a los profesores y repasar los temas unos minutos antes de las clases. Lo leeré yo y le haré un resumen.

      Físicamente no se parece nada a Morticia, en realidad se parece más a una Barbie (es rubia, de ojos azules y muy patilarga). Tiene un gesto peculiar de incredulidad, cuando piensa que alguien le está tomando el pelo: guiña el ojo derecho y te mira con el otro con una media sonrisa.

      Mi Capitán tampoco es lo que yo consideraba hasta hace muy poco mi hombre ideal. Creía que me gustaban con ganas de juerga y aventuras constantemente, y Guille es todo lo contrario, muy tranquilo. Cada vez que nos comparo, más increíble me parece que hayamos terminado juntos. Habrá sido cosa del destino. Si hubiera llegado a Barcelona sólo seis meses más tardes, como eran mis planes originales, jamás nos hubiéramos encontrado porque fui la última persona que contrataron nueva en el estudio de arquitectura donde nos conocimos.

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  4. Ya sé que no va con tu estilo ateísta, y la verdad es que tampoco con alguien que se supone lo basa todo en argumentos científicos demostrables, hipótesis, teoremas y demostraciones, pero soy excesivamente crédulo. Nosotros creemos saber lo que queremos, pero quien sabe lo que realmente necesitamos es Dios. tal vez por ello, muy a menudo, las cosas que nos rodean y que amamos con todo el corazón, están muy lejos de las idealizaciones que nosotros tenemos. O tal vez sea simplemente esa probabilidad infinitesimal en la cual se basa la teoría evolutiva.

    Sobre el libro, el autor tiene varias videos en youtube, en los cuales narra pasajes del libro, mucho más fácil que digerir que el texto negro en papel blanco de un libro. No es nada técnico, ni mucho menos científico, es simplemente alguien quien tuvo un "padre putativo"sexto-gradero con gran astucia económica, mientras que su padre de verdad es un profesor universitario con problemas económicos, así que tuvo la oportunidad de contrastar matices y generar conclusiones muy acertadas.

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