Nunca he tenido mucha fe en la inteligencia de los políticos. Me da la sensación que los realmente poderosos, los banqueros, la Iglesia católica y las antiguas fortunas, apoyan y patrocinan a los más tontos de los partidos políticos para que terminen siendo los líderes de sus grupos. La evidencia la tenemos en los últimos presidentes, todos ellos con un nivel cultural y de inteligencia por debajo de la media de cualquier universitario. La mayoría ni siquiera podía hablar y entender el inglés. Para cualquier trabajo, por cutre e insignificante que sea, se requieren unos requisitos mínimos; para líder político, no.
Cuando estaba en la facultad, durante unos meses, pertenecí a un grupo político con ideas de izquierdas. El trabajo y los estudios me impidieron ir a las reuniones y como había que pagar una cuota mensual y yo solía estar como la mojama, terminé dejándolo; pero recuerdo con mucha ternura aquellas reuniones llenas de ilusión y la convicción de que el mundo tenía arreglo. Nuestras ideas eran muy peregrinas. El mundo se asemejaba a un campo de batalla donde existían los malos (los otros, el poder establecido) y nosotros, los buenos.
¿Qué ocurre cuando esos fundamentos políticos y esa rígida separación entre buenos y malos es trasladada al mundo real y de adultos? El ejemplo lo encontramos en el grupo político Podemos. Considerar el poder establecido -al que quieren pertenecer- como los malos, le ha llevado a su líder a soltar una burrada como que Sin personas como Arnaldo Otegui no habría paz. ¿Cómo una persona de izquierdas, que supuestamente defiende la igualdad entre las personas, puede considerar a un sujeto condenado por secuestro y que pertenecía a una banda que pretendía imponer sus ideas a la fuerza, asesinando; un pacifista?
Si hace medio año Podemos incitaba a la ilusión, hoy día sólo es un puñetazo en el estómago.
Una burrada que hiere profundamente la sensibilidad de la gran mayoría de españoles, aparte de su filiación política. Espero y deseo que le pase una factura negativa en el futuro cercano.
ResponderEliminarParece que la gente tiene gran capacidad de olvidar o de no querer saber. Las encuestas, de momento, dicen todo lo contrario.
EliminarNo sé. Me parece que sobreestimas el nivel cultural y de inteligencia medio de los universitarios españoles.
ResponderEliminarAlgunos de mis compañeros están en países extranjeros y se defienden con el idioma natal bastante bien.Claro que también tengo compañeros de carrera que cometen garrafales faltas de ortografía y no han leído un libro, que no sea de la profesión, en su vida. Hay de todo. Pero a los políticos debería exigírsele un poco más que a los universitarios medios.
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