miércoles, 24 de agosto de 2011

La avaricia lo mandó al paro

Decepción. Esta tarde me han informado que el encargado de una de las obras que llevo la dirección facultativa, ha sido despedido porque se llevaba material de la obra para venderlo a terceros. Era un señor agradable, de trato fácil, moderado, sin las pedanterías insoportables de quien se cree importante por dar órdenes, ni las impertinencias de quien está obligado a hacerse obedecer. Por lo visto vendió más de tres pales completos (manda huevos!!!) de ladrillos (cuando la obra es relativamente pequeña). 

4 comentarios:

  1. Sin escrúpulos, talmente. Sabiendo lo que sabes ahora, su trato fácil y moderado podrían deberse a su necesidad de no llamar la atención. Una mosquita muerta, vamos.
    Tendrá suerte si no lo denuncian, porque lo que ese señor ha cometido es un delito, así que no tendría derecho al paro. El despido es claramente procedente.

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  2. Dentro de lo que cabe, va a tener suerte porque no habrá denuncia. Robó material por valor de más de 6.000 euros (lo raro es que el constructor no se diera cuenta antes). Por medio del abogado de Comisiones Obreras han llegado a un acuerdo y tendrá que pagar lo robado. Esta mañana, a primera hora, me llamó el encargado de obra para que intercediera por él para no ser despedido. La única excusa que pone es que "es algo que todos hacen y que sólo cogió el material sobrante" (ni siquiera comprende la gravedad de lo que ha hecho).

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  3. Ahí lo tienes. Si no hay ninguna diferencia entre robar y no robar, si robar no tiene consecuencias, el que no roba es que es tonto. Interceder por él para no despedirle. ¿Por qué? Con toda la gente que está en el paro, qué razón hay para mantener en el puesto a un ladrón. Lo mejor que podía haber hecho si no quería que le despidieran era no robar, digo yo. Es alucinante la falta de responsabilidad personal, alucinante.

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  4. Por supuesto no intercedí por él (es que ni siquiera es consciente del daño que ha hecho). Lo que más me encorajina es que este hombre conocía al propietario de la edificación. Sabe que se la está pagando con un préstamo hipotecario y que le está costando mucho trabajo (detalle que agrava su delito).

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