sábado, 19 de mayo de 2012

Las historias perdidas

Durante mis años escolares y en el instituto, apenas recuerdo haber estudiado más de un párrafo que tratara de la Guerra Civil Española. Un párrafo complemente aséptico e inocuo. Las únicas historias directas que conocía de esta guerra eran las contadas por mi abuela que, sospecho, estaban aliñadas con un poco de su imaginación para hacerlas más interesantes. Cuando íbamos caminando por Lantejuela, su pueblo, señalaba una casa y decía: al que vivía ahí lo mataron porque su mujer tenía un vestido rojo con el que iba a misa; señalaba otra casa y afirmaba: al padre y al hijo de ahí se los llevaron una noche sólo porque habían tenido un problema de lindes con el terrateniente del pueblo, nunca volvieron. 

Ayer Antonio Muñoz Molina escribía en su blog: "Piensa uno engañosamente que donde está la historia es en los libros, en la clausura del pasado. Pero aparece en el presente, como la punta de un hilo que lleva en línea recta a lo que parecía mucho más lejano" (qué tío más brillante, qué placer es leer cuanto escribe). Esta mañana, cuando hablaba por teléfono con mi madre mientras hacía cola en el supermercado le pregunté si recordaba a alguien de la familia que hubiera estado en la Guerra Civil y ella, faltando a su costumbre (no le gusta mencionar ni recordar a los que han muerto) hizo memoria. Su padre estuvo en la guerra. Se lo llevaron por su quinta, sirvió durante 18 meses y volvió sin heridas. Dice que no recuerda que hablara de la guerra, pero que siempre que iban a ver una película bélica al cine, musitaba: "En la guerra de verdad no está tan claro quién es tu enemigo. Disparas al que te dispara y puedes estar matando a tu propio compañero".


Mi abuelo materno

Uno de mis bisabuelos también estuvo en la guerra y fue herido... por el frío. Era militar de profesión, en Artillería. Estaba destinado en Sevilla y fue trasladado a Jaca. Debía impedir que la gente cruzara la frontera con Francia en uno u otro sentido. En cuanto comenzó a hacer frío solicitaron prendas de abrigo, pero las infraestructuras funcionaban como es de esperar en tiempos de guerra y los suministros no llegaron nunca. Mi bisabuelo no superó la primera helada fuerte. Los dedos de uno de sus pies se congelaron y para cuando lo pudieron trasladar a un hospital, ya era demasiado tarde: tuvieron que amputárselos; una operación que fue la primera de una serie de fracasos. Al terminar la guerra tenía un muñón a la altura de la rodilla. 


Mi bisabuelo es el que está sentado


El nombre de Miguel ha perdurado en la familia hasta el día de hoy

Mis hilos con el pasado están rotos. Son historias cercenadas que ni mi madre ni mis tíos saben completar. Son historias perdidas.

7 comentarios:

  1. Una historia perdida la viví yo en un foro donde la intolerancia y la intransigencia recuerdan a la extrema derecha de Fuerza Nueva o algo parecido.
    Nunca me topé con tanto fundamentalismo gregario y mansurrón. Qué falta de personalidad tan bochornosa por parte de la mayoría, genuflexos y sumisos ante un hortera acomplejado que los mantiene a raya ante la menor disidencia.
    Se me llegó a aclarar que "aquí somos palmeros de nuestro ídolo, a quien tratamos como al líder norcoreano".
    A una chica le envié 5 canciones y no se atrevió a darme las gracias, por miedo a disgustar al hortera-Diego-Peret. cuando me despedí, y este paleto y un vasco me dirigieron insultos, tampoco esa chica consideró conveniente u oportuno protestar por esa cobardía infame. Lo hizo otra chica, con un poco de carácter.
    jcan1950@gmail.com

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    1. Nunca comprenderé ese tipo de foros donde no se aceptan discrepancias. Demostraste mucha sensatez al escapar de un lugar así. Por fortuna Internet está lleno de lugares donde existe la tolerancia.

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    2. Pero tú sigues....
      Echo un vistazo al foro de vez en cuando y no salgo de mi asombro al comprobar que al insigne escritor no le incomoda lo más mínimo ni la zalamería empalagosa ni la mala baba de sus escuderos ante la menor discrepancia. A mí me daría bochorno que mi blog funcionara así.
      ¿Por alguna razón preferiste no responderme a mi correo?
      Aunque no volvamos a contactar compra "Las armas y las letras", de Trapiello, un ensayo que es una joya y despierta inmenso interés. Como dije (Y a los tontos les sugirió incredulidad y mofa bobalicona) he leído e investigsdo lo indecible sobre la GC para escribir mi novela. Y sobre Gerald Brenan, Blommsbury, los transportes, la sanidad militar.
      Uno de mis personajes, Daniel Conway es, precisamente, la ficción de G. Brenan, y el otro un capitán de sanidad militar, fiel seguidor de Julián Besteiro.
      Y, bueno, compañera....un placer tener noticias tuyas...
      jose cancio

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    3. Yo lo veo desde otro punto de vista. Me sorprende que un escritor tan eminente como AMM se preocupe todos los días en dedicar parte de su tiempo a los que ya somos sus lectores. Me gusta demasiado como escribe para que los "follones" que a veces se arman en el foro me inciten a dejar de entrar en ese blog. Y me gusta la libertad que existe. Si alguien quiere besarle el trasero sin pudor, lo hace; si alguien siente la necesidad de soltar su mala baba, lo hace, sin temor a ser baneado.

      No todo lo que se lee en el foro es negativo. Se aprende mucho, hay gente muy culta que te hace replantearte tus propias ideas. A menudo se habla de libros o música que yo no conozco ni remotamente, y otras veces se habla experiencias propias de las que se puede aprender bastante. A menudo me resulta un poco cansino y aburrido cuando el foro se convierte casi en un chat (pero no soy nadie para intentar imponer mis gustos, así que prefiero no quejarme).

      Los del club de palmeros de AMM sólo es una mofa, una broma, y hay que tomárselos como tal.

      Seguiré tu consejo literario. Aunque aquí, en Granada, a veces es complicado encontrar cualquier libro que no sea un clásico o una última novedad. Gracias.

      No me ha llegado ningún correo electrónico tuyo. Mi dirección es rebeca_osorio@hotmail.es

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  2. Por cierto, llevo varios meses escribiendo una página diaria de reflexiones-impresiones-sensaciones.
    Y me revolotea por la cabeza la idea de una cuarta novela....Lo de escribir es un auténtico proyecto donde la libertad es total, sin clientes, ni c.t.e., ni licencias, ni constructoras.....ni fango por todos los lados.
    jcan1950@gmail.com

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    1. ¿Sigues sin tener blog? Sospecho que sería interesante leer esas reflexiones, y la forma más cómoda sería un blog.

      ¿Qué haces con las novelas que ya tienes escritas? ¿Las presentas a los concursos literarios? ¿Las mandas a las editoriales? (El mundo de los escritores es un completo misterio para mí).

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    2. Me haría falta alguien que me hiciera un blog. Puedes considerarlo como una indirecta.....Me gustaría algo muy sencillo, como el de Javier Marías.
      Tengo más de treinta cuentos escritos, con tres de los cuales fui finalista en el Premio Max Aub, donde el número de participantes no baja de ¡1.200!
      En cuanto a las novelas, la última la he presentado al Premio Café Gijón.(Anna Conway, la de la polémica absurda con el tontaina de Peret). Y cuando contactas con una editorial te contestan no al cabo de seis meses, sin haberla leído. Pasa como con nuestra profesión, necesitan que la obra esté avalada por un nombre de prestigio. O sea, lamentable.
      Como parece que estaremos en contacto, que sepas que cualquier cosa de tipo profesional o que necesites aquí me tienes. Yo estuve con mi mujer y un grupo grande en Granada en noviembre de 2010. ¡Fascinación total!, a pesar de que ya había estado dos veces.
      Preferiría, si no te importa, que habláramos por el email.Buen finde. A mí me viene mi hijo mayor de Paris, así que a llenar el cubo de baba paterna.
      Que te diviertas.
      jcan1950@gmail.com

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