domingo, 13 de mayo de 2012

La macro economía vista desde el otro lado del espejo de Alicia

¡Pero qué listos son! ¿Cómo no admirarlos? Parece que estos señores son erráticos en sus decisiones, en sus actuaciones algo burdas, donde hoy dicen digo, dijeron Diego, pero eso es sólo una estratagema para tener desequilibrada a la oposición. ¿Cómo podrán criticarlos si realmente no saben qué están haciendo? Pero vayamos por pasos. ¿Qué propósito puede tener el co-pago de las medicinas? Imaginad al pensionista que se encuentra ante la disyuntiva de comprarse un filetón para estar bien alimentado o las medicinas que necesita para tener buena salud. Si escoge la medicina, la mala alimentación hará que su salud empeore y termine causando baja (causar baja eufemismo de guiñarla). Si escoge el filetón, la enfermedad será la causante de la baja. ¿No es brillante? ¿No es sorprendente? En ambos casos, escoja lo que escoja el pensionista, siempre gana el estado.  Los que pagamos impuestos deberíamos estar muy felices por esta medida.

¿Y los recortes en educación? Las clases con más alumnos permite el ahorro de energía. Una misma bombilla ilumina a más niños, y al estar más apretaditos, necesitarán menos calefacción. Deberían incluso pensar en que los niños vayan a hacer pis de dos en dos. Sería un gran ahorro de agua. Los verdes deberían estar muy felices con esta medida.

¿Y las ayudas a los bancos? Hay que  pensar que si el gobierno se gasta el dinero que recorta en otras materias en ayudar a los bancos, al final no quedará ni un céntimo para gastarlo en armamento. ¿Habrá nación más pacífica que la nuestra? Los pacifistas deberían estar saltando de alegría.

Recortes en la cultura. Antes que nada habría que cerrar todas las bibliotecas del país. Si cualquier hijo de vecino quiere ir al fútbol, el menda se paga religiosamente su entrada. ¿No es injusto que a quien quiera leer se le dé los libros gratis? ¿No deberíamos ser todos iguales ante el estado? Si a una persona le subvencionan sus caprichos, no sería justo que se los subvencionaran a todos? Además, así los escritores ganarían más pasta y serían más productivos. ¿No deberían gritar un enorme Gracias los amantes de la literatura?

Este gobierno se está desviviendo por los asalariados, los verdes, los pacifistas y los amantes de la cultura. No es comprensible que, a su vez, sean los más vocingleros. 

(Espero que se note la ironía)

2 comentarios:

  1. Se nota, se nota. Muy buen texto, a la par que triste certeza. Entre la mano de los que mueven el asunto y el silencio cómplice de quienes se benefician de ellos, el esquema social que tanto ha costado montar se está yendo al carajo. Y a los últimos en llegar a la fiesta
    nos ha tocado abonar la factura.

    Lo peor es que llega la oposición de turno o las voces de un pueblo que se dice soberano, y no llevan a mayor consuelo: parece como nadie fuera capaz de ver poco más allá de sus pies.

    Quiero pensar que esto es una racha, un elemento más en los libros de Historia. Porque de lo contrario...

    Un abrazo.

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    1. Tengo un compañero arquitecto que está a punto de jubilarse, y él recuerda otras crisis; parece que a principio de los 80 hubo una muy profunda, aunque no tanto como ésta. Y el otro día vi un documental sobre el crack de 1929. Los hechos que se relataban se podían extrapolar al momento actual. Hoy mismo han dicho en la radio que no estamos tan indignados como debiéramos porque los políticos han conseguido inculcarnos la sensación de culpa, como si nosotros, los trabajadores, fuéramos los únicos culpables.

      Lo malo de los libros de historia es que informan del momento exacto en el que empiezan las crisis, pero ninguno pone cuándo acaban. Y ojalá tengas razón con lo de la "racha"

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