sábado, 24 de diciembre de 2011

Cuesta abajo y sin frenos

Se acaba el año -bueno, faltan unos días, pero pocos. Momento de rememorar (en realidad cualquier momento sirve para recapacitar sobre lo sucedido). 

Algunos libros leídos:

El libro que más he disfrutado: En realidad han sido dos, uno de ellos releído y el otro medio releído. A sangre fría, de Truman Capote y La noche de los tiempos, de Antonio Muñoz Molina.

El libro del que más he aprendido: Patología de la Edificación. El lenguaje de las grietas, de Francisco Serrano.

El libro que más preguntas me ha suscitado: El relojero ciego, de Richard Dawkins. 

El libro que me ha dejado un hueco: Lo que me queda por vivir, de Elvira Lindo. Es como si a este libro fuera un puzle al que le faltara una pieza.

El libro al que jamás, jamás, jamás debí dedicarle un segundo de atención (único libro que me he arrepentido de haber leído -no sólo este año, en lo que llevo de existencia): En nombre del amor de Nicholas Sparks (mala suerte que éste sea el autor preferido de mi suegra. Creo que tiene -el autor- un valores éticos y morales equivocados).

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