martes, 20 de mayo de 2014

La perfección de lo imperfecto

Mi tío Fermín, que era profesor de psicología en una de esas universidades carísimas de Madrid, afirma que vemos sólo aquello que nuestro cerebro puede procesar (supongo que será la cita de algún científico o filósofo famoso, pero he sido incapaz de encontrarla en Internet). Cuando se lo escuché decir, pensé que se refería a hechos, a contemplar una escena más o menos violenta y desmayarnos antes de seguir soportando la imagen que nos daña, o cerrar los párpados con fuerza antes de aceptar que quede en nuestro recuerdo lo que nos atormentará durante días, semanas, años o toda nuestra vida. No me había cuestionado el posible error de aquella primera impresión, hasta el domingo por la tarde, cuando me topé con el oído perfecto de la amiga de mi sobrina, y sus problemas para disfrutar de la mayor parte de la música porque casi toda le resulta desagradable. ¿Y si mi tío no se refiere a las imágenes que vemos si no al nivel de percepción que recibimos? Un ojo perfecto sería aquel que distinguiera todos los espectros de luz, y de distinguir detalles minúsculos, microscópicos, como si nuestros ojos fueran una máquina de rayos X y un microscopio a la vez. Pero, ¿seríamos capaces de procesar tanta información? Es imposible no maravillarse con la Ley de la Evolución y sus consecuencias.


4 comentarios:

  1. Curiosamente, hoy me topé con lo imperfecto de la perfección. Desde siempre, mi olfato jamás ha sido muy agudo que digamos, a tal punto que me es más fácil "saborear" un olor que olerlo. Exageré un poco, lo cierto es que en un bus, lleno de gente tal y como una lata de sardina, a las 5:00 pm de la tarde, cuando todo el mundo sale del trabajo, con una temperatura de 35 C, los olores serían como las de queso añejado, y aún así no percibo olores. Hoy amanecí que podía oler hasta la humedad del trapo de la cocina, el olor a pintura vieja de la oficina, el olor a carnicería de la nevera, la transpiración de la gente que me rodeaba en la calle, hasta el aroma del líquido lavaplatos, pero es que todo me repugnaba!!! Espero que mañana al despertar, regrese mi olfato de siempre, el que casi no percibe nada.

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    1. Eso de ser más perceptivas con los olores nos ocurre a la mayoría de las mujeres cuando tenemos la menstruación. Y es verdad, es muy molesto. Yo también soy de olfato insensible, un alivio la mayoría de las veces, porque odio como huele la cola de carpintero, o el hedor a agua estancada que a veces hay en las obras cuando llevan un tiempo cerradas. Pero también hay montones de olores agradables que nos perdemos. El olfato debería ser como la vista: que dispusiera de unas cortinitas, tipo párpados, para cerrarlo a voluntad (lo de taparse las narices con los dedos, pocas veces da resultado).

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  2. Mi hijo tiene un blong. Cuando me lo dijo me entro curiosidad por leerlo y a su ves por deformación de madre por ver con quien se relaciona y porque.
    Todas las semanas entro para ver lo último que ha puesto, no suele escribir con frecuencia y yo le hago un sondeo a los vecinos que el visita.
    Quería agradecerle sus escritos que con el tiempo se me ha convertido en familiares, valoro su sentido común y su delicadeza para llegar a todo lo que expone y saberlo trasmitir.

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    1. Qué bonito. Muchas gracias. (Eso del sentido común... seguro que mi madre no estaría del todo de acuerdo, pero gracias). ¿Cuál es el blog de su hijo? Me gustaría visitarlo también, si no está en la lista que hay a la derecha (eso, los veo cada vez que hay una novedad).

      Muchas gracias de nuevo

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