viernes, 16 de mayo de 2014

El miedo

Imagino la bandera con el aguilucho inconstitucional ondeando a media asta con un trozo de camisón negro de encaje a modo de crespón. Me lo cuenta mi madre entre risas y rencor contra el Caudillo por haberse muerto antes de tiempo. De alguien escuché que quien tuvo que ceder el camisón -enaguas, creía-, fue mi abuela. Me saca del error. Mi abuela tuvo que dejar que le hicieran tiras una falda cuando murió -volaron a- Carrero Blanco. Antes los gestos eran muy importantes. No te metían en la cárcel por no tener una bandera nacional con un lazo negro colgada de la ventana, pero sí podía retrasar un ascenso o un traslado. También era importante ir a misa con regularidad. Cuando le pregunto la razón, mi madre se encoge de hombros y no sabe responder. Las cosas eran así, dice. Como cuando había votaciones. No recuerda para qué votaban, pero si la mesa electoral estaba dentro del recinto militar de donde estuvieran viviendo en ese momento, sabían que el porcentaje de los electores sería del 100 % porque para los militares era obligatorio votar. 

Comento que debía de ser un fastidio vivir bajo el yugo de la dictadura. Mi madre se ríe, dice que soy una exagerada por utilizar la palabra yugo. Nosotros (me incluye aunque yo aún no había nacido) éramos gente normal, con aspiraciones normales y no teníamos nada que temer, asegura, a pesar de lo que me acaba de contar. 

4 comentarios:

  1. Algo así también sucede en mi país, Venezuela. (a veces se torna confuso cuando se es hijo de extranjero). Durante los años 50, hubo una dictadura hecha, derecha y declarada, al mando del General Pérez Jiménez. perseguidos políticos, sapos, desaparecidos, estaban a la orden del día. Eso al menos repiten una y otra vez los actuales políticos y los libros de historia. Los que vivieron esa época cuentan otra historia: lo único prohibido era hablar mal del gobierno y salir por las noches. Del resto, no había delincuencia, podías dormir con las puertas de las casas abiertas (ahora son capaces hasta de asaltar bancos), no faltaba comida ni dinero para comprarlo, había trabajo por montón, tal vez el que no querías, pero tenías, cualquiera, con un poco de esfuerzo compraba o construía una casa. (ahora una casa de 70m2, se consigue con cien meses de sueldo sin gastar, y la inflación, hace esa función polinomial de 2do grado, para no decir exponencial). Quizás la ignorancia de la época los mantenía felices. Pero, a la final ¿no es precisamente felicidad lo que buscamos? porque si es así, bendita sea la ignorancia. Aunque tengo algo en la cabeza que me dice, que es preferible vivir triste y sabio que feliz e ignorante.

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    1. Mi madre a veces habla sin poner mucho sentido en lo que dice, porque su mundo es un poquito diferente al del resto de humanos. Piensa que la gente puede ser feliz pensando lo que se les imponga. Seguro que mis hermanos, a la larga, se hubieran rebelado y metido en problemas. Seguro que la dictadura, en ese caso, por, aparentemente, muy bien que se estuviera económicamente, no le parecería tan idílica.

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  2. Bueno pues no se, quizás emplear la palabra "yugo" para la vida en la España de la dictadura, sonaría incluso a "bladengue" en los años 40, que no recuerdo, porque entonces los "vencidos" vivían una atroz represión, pero referida a los años 60, estoy de acuerdo con su madre, que resultaría exagerada. Cierto que no se gozaban de libertades políticas, pero la seguridad de las personas estaba casi garantizada, a cualquier hora del día o de la noche. La economía floreció, claro que, generalmente no tienen en cuenta al emigración de mas de tres millones de españoles y españolas que llenaban el país con sus divisas. Eso ayudó mucho, aparte del normal despegue industrial.
    Significa eso que yo defienda una dictadura militar ¡Ni por pienso! Fuí militar de la Marina de Guerra, me salí, aunque me gustaba, pero siempre tuve claro que las armas deben estar bajo la soberanía del pueblo y no para gobernarlo. Eso es un contrasentido.
    Claro, que la mayoría de los españoles de mi generación, nacidos en la dictadura, donde no se podía ni hablar de política, teníamos la mente confusa. Aún así, recuerdo que el 14-12-1966 se ¡votó en España! (¡De donde sacarían las urnas?). Era para la Ley Orgánica del Estado, no tenía ni idea, pero se propugnaba el sí, en lo que en realidad era un referendum. Supongo para legitimar a ún mas a Franco. Yo voté en blanco. Ya algo no encajaba y mi poco formada mente.

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    1. Espero que llegue el día en que parezca una barbaridad y un acto salvaje permitir y aceptar que en cualquier país haya una dictadura.

      Siempre tuve curiosidad por saber qué se votaba durante esos años. ¿Hubiera servido de algo el rechazo al franquismo en las urnas? Supongo que no.

      Últimamente me topo y veo muchos documentales sobre la dictadura de Corea del Norte. Para tener éxito una dictadura, como en este caso, el meollo está en mantener a la sociedad ignorante e inventarse un enemigo (los norcoreanos están convencidos que los norteamericanos matan a los niños surcoreanos).

      Supongo que los malos, los malvados de los que la dictadura nos pretendía salvar, serían los judios y los masones.

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