miércoles, 24 de junio de 2015

Los ladrones del silencio

A las 5:20 de la madrugada llamaron al teléfono fijo. ¡Menudo acojone! ¿A qué velocidad recorren los pensamientos las conexiones neuronales? Aún estaba despierta, terminando algunos planos del último proyecto que tenemos, con el teléfono sobre la mesa. Dos segundos, no más, sobraron para temer que algo malo le había pasado a mi madre y alguna vecina me llamaba, que algunos de mis hermanos había tenido un accidente, que mi sobrina no había vuelto a casa del colegio y mi cuñada se daba ya por vencida y comenzaba a llamar a todos... Hasta pude imaginar que alguna de las obras había colapsado. Nadie respondió a mi petición nerviosa de respuesta. Después de tres digas, colgaron. El número desde el que habían llamado era el 920806381. Buscando en Internet me he enterado que corresponde a la compañía Jazztel, y que tienen la mala costumbre de llamar a horas inusitadas e incómodas. Pero, ¿con qué propósito? Si ayer me hubiera contestado alguien con una propuesta comercial, independientemente de la profesión que ejerciera su progenitora, lo habría considerado un ser engendrado en un burdel (un hijo de puta). 

Me quejaría, como me quejo siempre que llaman a horas menos intempestivas y sí responden; pero dudo que sirva de algo. Exigir que no vuelvan a llamar, que no molesten más, son palabras baldías. 

Me gusta mucho trabajar de noche por el silencio, porque nadie molesta y me puedo concentrar y olvidarme de cuanto es ajeno a la estructura de un edificio o una medición. Espero que la falta de respeto con las que nos tratan todas esas compañías de Internet y telefonía, no se dilate y se apoderen también de nuestras horas nocturnas. 

1 comentario:

  1. Mi jefe nació y creció en un pueblo, con un regimen casi-militar gracias a su abuela quien fue educada en una escuela de monjas a la antigua usanza (ya tiene más de 90 años, así que es la muy vieja escuela) y su lema es que a la hora de descansar, se desconecta todo, desde el celular hasta el telefono de la casa, total si no es emergencia puede esperar, y si lo es, no ayudará su presencia. Le he tomado la palabra me comunico con el exclusivamente por mensajes de texto o correo, así, responderá cuando los lea.

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