viernes, 20 de junio de 2014

En el olvido

Hay una mariposa no muy inteligente o muy cegata que se da uno tras otro golpe contra el vidrio de la puerta cristalera de la terraza. Tal vez adivina el fresco del interior; pero no puedo dejarla entrar porque Guille echó insecticida antes de irse a la cama y temo que la mate. Fui yo la que se crió entre bichos, la que todos los veranos terminaba con cuatro o cinco picaduras de las avispas que revoloteaban alrededor del chorrito de la fuente que había junto a la piscina, pero es Guille quien sabe diferenciar con toda exactitud a los insectos; un aprendizaje voluntario de su adolescencia. Si lo despertara, si fuera capaz de mantener los ojos abiertos a las cuatro y pico de la madrugada, seguro que convertía mi mariposa en polilla. Quería ser entomólogo cuando la serie CSI Las Vegas aún no lo había puesto de moda. Dejó de interesarle porque nadie a su alrededor lo secundaba ni parecían comprenderlo. Seguro que habría sido muy bueno, porque es concienzudo y tiene muy buena memoria; aunque le dan tanto asco como a mí las cucarachas. ¿Tiene sentido? Nos quedamos mirando ensimismados unas arañas que se esconden en el alero del torreón, de patas muy largas y finas, que según Guille pican y dejan una señal como de mosquito; permitimos que nos suban por los dedos las hormigas negras y cabezonas, cuyas pinzas parecen tener la fuerza suficiente para hacernos agujeros en la yema de los dedos... pero luego nos da repugnancia las cucarachas que de vez en cuando aparecen en las escalera (reminiscencias de la señora con el síndrome de Diógenes que vivía en el bajo).

Me pregunto cuántas aficiones habrán quedado en el olvido por culpa de no tener una mano amiga que da unos golpecitos de ánimo en la espalda. 


4 comentarios:

  1. Sí, entiendo que tiene sentido que den asco las cucarachas. Entiendo que hacen su función en el ciclo biológico, pero do dejan de ser repugnantes, creo que para todas las personas, incluso supongo que hasta para Grisson, del CSI Las Vegas. Por cierto, ¿por donde andará buscando bichitos?. Su compañera lo dejó por imposible y retornó a su trabajo. No tendría "jarta" a la mujer.

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    1. Lo raro es que son repugnantes y no pican ni hacen daño (quizá contagian enfermedades, pero no tanto como las ratas, y a no toda la gente dan asco las ratas).

      Hacía bien su papel Grisson. El auténtico, el actor, tuvo que retirarse por problemas cardíacos -según mi informa mi cuñada, que en este momento me echa el aliento en el cogote: se le da bien indagar en la vida de los actores-.

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  2. Cucarachas... la cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar. Dios (equitativo de selección natural) no les dio precisamente un buen aspecto. Además la sensación al tacto es aún más... repugnante, debido a las garras invertidas de sus patas y la textura mohosa de sus alas. Recuerdo en alguna ocasión una invasión cucarachera en mi casa, tenía para aquel entonces siete años. Mi hermano, aunque valiente, se encargó de cazarlos con un alicate como si fueran clavos para sacar. Tardó un par de horas, y recolectó para llenar todo un balde, mientras yo hacía lo mío: pisar, pisar y pisar. Ahora que lo pienso, no sé de donde salieron tantas cucarachas.

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  3. Puaaaaaag, qué asco. Si no soporto ver una sola... qué terror ver un puñado. Aquí salen, principalmente, del bajo. Había una señora con síndrome de Diógenes y la basura que acumuló en su piso, fue buen cobijo para ellas. La señora ya se fue, pero no han fumigado correctamente y este edificio es bastante viejo, con muchos recovecos y agujeros donde esconderse.

    Ja, seguro que esta noche sueño con un barreño lleno de cucarachas.

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