viernes, 27 de junio de 2014

El insomnio del magnánimo dictador

¿Cuántos sabéis que en mayo de este año el derrumbe de un edificio produjo la muerte a cientos de personas (el número exacto se desconoce, aunque algunas fuentes lo estimaban por encima de 500)? 

Me gusta conocer los pormenores de la rotura de la estructura de una construcción para poder evitar los errores que la ha producido. A veces son errores absurdos consecuencia de mucha inexperiencia y demasiada pedantería (hay estructuristas novatos prefieren cometer un error a admitir que no saben una cosa) o por un exceso de confianza (las estructuras  parecen tan sólidas, que la gente no duda en sobrecargas) y en raras ocasiones, las causas del colapso son inesperadas y extrañas (como la resonancia que convirtió en chicle un puente en Tacoma).


En el caso del edificio derrumbado con unas 100 familias en su interior, sólo se pueden sospechar las causas porque el bloque de 23 plantas está en Corea del Norte y aunque algunos periódicos y televisiones hablan de aperturismo, las noticias que llegan a estas lejanas latitudes sólo sirven para intranquilizar al adivinarse que ya tienen los cabezas de turco que pagarán por lo ocurrido. Justo es que cada crimen tenga su castigo, pero, ¿se puede esperar un ápice de justicia en un país que justifica su dictadura culpando a ataques del exterior y que adoctrina a sus ciudadanos convenciéndolos que los norteamericanos asesinan a los niños surcoreanos? 

Dicen que fue culpa de un mal diseño estructural. Es muy probable. Pero sin duda, no es la única causa. Aseguran que en Corea del Norte, por falta de vivienda, aceptan que la gente comience a vivir en edificios que no están del todo terminados. ¿Cómo se puede permitir semejante barbarie? Una obra es un lugar muy peligroso, aún tomando todas las medidas de seguridad imaginables. 

Aseguran que el magnánimo dictador Kim Jung-un no pudo dormir la noche posterior al accidente. Si tuviera conciencia, sus ojeras serían enormes bolsas moradas desparramadas hasta invadirle las mejillas, porque es culpa exclusivamente de él este accidente, al forzar a sus ciudadanos a emigrar a las ciudades, faltas de viviendas, para escapar de la hambruna del campo, impuesta para domesticarlos. 

(Ya no está en Internet la imagen que denigraba a los cerdos al compararlos con Kim Jung-un. Alguna protectora de animales habrá puesto una queja). 

4 comentarios:

  1. Increíble que a estas alturas de la "civilización humana" sigan existiendo tales tiranos y que un pueblo lo consienta.

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    1. Creo que los norcoreanos tienen poco que hacer. Están engañados, la mayoría, sospecho, por la falta de información y sometimiento mediático que tienen, haciéndoles creer que los de fuera son los malos, tienen poco que hacer (además, ir contra el régimen significa la muerte, o, aún peor, los campos de concentración donde se los tortura durante años ).

      Debería ser la justicia internacional la que impusiera la Democracia y derrocara todas las dictaduras que existe en el mundo, sin interferir en las fronteras, por supuesto.

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  2. Utopía. Recuerdo haber leído en un periódico local que Hillary Clinton había mencionado algo sobre la culpa del bloqueo económico contra Cuba respecto a la dictadura que dicho país vive, pues según lo que se infería, todo lo que ocurre allí es necesario para sobrevivir al mismísimo bloqueo económico. Simplemente hay que extrapolar este comentario a Norcorea y ¡listo! Tenemos a un dictador justificado, o mejor dicho un mesías por derecho divino para salvar al país de la corrupción del mundo exterior.

    Suene como suene, por más que se justifique con tecnicismo, por más que se quiera ver desde un punto de vista... bueno, intentando dar con esa lógica, siempre se llega al punto muerto en que sólo es alguien que quiere satisfacer su egoísmo por encima del resto de la gente.

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    1. A menudo siento alegría por no tener uno u otro trabajo. Siempre que voy a un hospital, me alegra no ser una médica que tiene que dar malas noticias a un paciente, o las limpiadoras que tienen que arrastrar sus carritos para limpiar el vómito de un borracho. En este caso, también me alegra mucho no ser política y encontrarme ante la decisión de aceptar el bloqueo económico de un país subyugado por un dictador. ¿Aceptar el bloqueo y maltratar aún más a los ciudadanos o permitir el libre comercio y conseguir que un dictador se enriquezca aún más? Es complicado conseguir un equilibrio justo.

      Debería existir un ejército mundial e imparcial que liberara a los países de los dictadores. (Otra utopía)

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