lunes, 30 de julio de 2012

A veces escampa

Cuando la ves por primera vez, piensas: camionero. Ella misma reconoce que si carece de algo es de atractivo físico. Es como un cilindro, sin ninguna curva, tan ancha de perfil como de frente, tan ancha en las espaldas como en la cintura como en las caderas. Cuando la conoces una de las primera cosas que te preguntaba, incluso antes de interesarse por el nombre con el que poder identificarte, era si conocías a un chaval de su edad (37 años) sin novia y no muy exigente con el físico. Eso chocaba bastante, te lo tomabas a broma. Te reías. Luego te dabas cuenta que iba en serio.

Fuimos compañeras de la facultad. Aunque ella se agobió el primer año y terminó yéndose a Aparejadores, que es una diplomatura y sólo son tres años. Pero siempre hemos mantenido el contacto. 

Si la primera impresión es camionero, la segunda, después de conocerla, de hablar con ella una hora o compartir una tarde de cervezas, es que te gustaría ser al menos bisexual para no apartarte de Laura en ningún momento. Es como un volcán que te atrae con sus burlas inteligentes, con su humor desbordante, con su enorme cantidad de conocimientos que te hacen cuestionarte si de verdad es una broma la afirmación de que cuando la parieron, al verla tan fea, se cuestionaron entre ponerle una careta o un chip en el cerebro para compensarla, y optaron por el chip. 

Ayer estuvimos casi todo el día en Málaga. Laura nos invitó a comer para presentarnos a "su chico". Nunca ha sido una persona triste, pero lo habría parecido si se compara por cómo estuvo durante nuestro encuentro. No paraba de sonreír, de besuquearnos a todos (incluidos Guille y yo, y su chico, por supuesto), canturreaba, fingía tocar un tambor con los cubiertos, lanzaba la caña a los camareros, a la vez que les guiñaba para que no la tomaran en serio.

Su chico se llama Daniel. Ambos entraban en un chat de la Cadena Ser (no me quisieron decir sus alias). Primero Daniel se enamoró de la personalidad de Laura, luego se intercambiaron teléfonos, después msn y fotos. Con las fotos ninguno fue sincero. Enviaron las de otras personas. Fotografías de modelos sacadas de Internet. Lo que deprimió bastante a ambos porque pensaban que no tenían ninguna posibilidad con la otra parte. Cuando pensaban hacer su última llamada para romper, terminaron sincerándose y quedaron para verse. Daniel es de Asturias. Laura vive en Málaga. Quedaron en Madrid. La cosa funcionó y ahora viven juntos, en Málaga. Daniel es pintor y como en Asturias el trabajo flojea mucho, no ha tenido pereza para hacer el petate (esta expresión la utilizaba mi padre) e irse a vivir con Laura. 

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Espero que salga bien. El novio parecía un poco pillado por Internet. Creo que necesita un periodo de transición para pasar de lo virtual a lo humano.

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