miércoles, 25 de julio de 2012

Las ratas del barco

Cuando Guille despierta en mitad de la noche se come en exceso el tarro. Piensa únicamente en cosas negativas, y eso le produce dolor de cabeza. Esta madrugada despertó a eso de las tres y media. A esa hora él suele estar K.O. y yo, si he vuelto de correr, o estoy en la ducha o esperando delante del pc (metida en algún blog ajeno) a que se me seque el pelo (prohibido usar el secador por el ruido). En esta ocasión me pilló delante del pc. Lo escuché bufar. Su situación laboral es aún peor que la mía. Desde una pericial que le entró a principios del verano, no ha vuelto a hacer nada. Es como si las medidas económicas que ha tomado este gobierno hubieran cercenado todo tipo de desarrollo y la necesidad de expandirse, como si los recortes se hubieran limitado a destruir el futuro. (Pobre Guille, cómo lamenta haberlos votado). El bufido se debió a la conclusión a la que había llegado después de calcular mentalmente qué significaba subir las retenciones del 15 al 21. Ya hemos cerrado el estudio de Málaga. Más retenciones, menos dinero disponible. Y ya estábamos al límite. Me temo que el siguiente paso será cerrar el estudio de Barcelona, algo que ninguno queremos hacer. Sería aún mayor desarraigo y tener que despedir a tres personas de las que somos amigos. "¿Y si nos marchamos fuera?", preguntó. Me eché a reír. Por la mañana había hablado con mis hermanos de lo mismo. Mis hermanos son más soñadores, Guille más realista. Mi hermano mayor se marcha el mes que viene a Corea del Sur, China y Japón. Quiere comprobar cómo está el mercado de la moto por esa zona -sobre todo en Japón-.  La idea es intentar trabajar de preparadores de moto (aquí lo hacen y les va bien). Desde diseño de piezas especiales personalizadas a intentar que la moto disminuya de peso, aumente de velocidad y sea más fiable. Guille habla de Chile. Dice que allí hay en este momento un aumento de las construcciones, se lo han comentado en el colegio de topógrafos. No menciona los países árabes, sospecha que yo terminaría pasándolo mal (por no defenderme con el inglés, por no poder aprender otro idioma, por no ser capaz de que me traten con inferioridad por razones de sexo). Por como habla, con precisión y detalles, sé que lleva un tiempo pensándolo. Creo que en realidad me lo comentó con la esperanza de que intentara pararle los pies. Tal vez necesitaba que lo tranquilizara, que le dijera que económicamente aún estamos bien -por lo ahorrado hasta ahora- y que, incluso si la situación se pusiera muy fea, su padre no biológico ha insistido montones de veces que no dudemos en pedirle ayuda si lo necesitamos (y lo dice con toda sinceridad) aunque sé que Guille jamás aceptaría ayuda económica. Pero la idea de ir a otra parte, de desplazarnos, incluso si no fuera por necesidad, me atrae. Mis hermanos quieren que, si ellos emigran, nosotros lo hagamos al mismo país. Me atrae más Japón que Chile, pero sé que en Chile tendríamos muchas menos dificultades. De momento nos hemos dado un plazo hasta finales de año, aunque yo, mentalmente, ya estoy buscando ubicación a los objetos que tengo a mi alrededor (casa de Barcelona, casa de mi madre, contenedor de basura). 

4 comentarios:

  1. ¿Ratas? Las ratas no necesitan huir. Se están poniendo las botas. Aventureros, eso es lo que sois vosotros. Suerte en lo que decidáis.

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    1. Bueno, de momento sólo es una posibilidad, por si la cosa no mejora (lo malo es que parece que todo va a peor). Lo de "ratas" iba porque el país parece que se va a pique y nosotros escapamos.

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  2. Bueno, ya sabes que en South Dakota conoces a alguien.

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    1. Antes ni habría sabido ubicarla en un mapa. El idioma sería una gran barrera... pero teniendo en cuenta que estoy incluso dispuesta a aprender japonés... Pero Guille es el que pone la sensatez y asegura que lo que nos conviene es un país hispanohablante.

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