martes, 3 de enero de 2017

Año nuevo...

Las estructuras tienen dos formas de colapsar. Unas lo hacen avisando, dando indicios de lo que está a punto de ocurrir con grietas y crujidos. A veces da tiempo para conseguir una solución y evitar que la estructura se destruya: empresillando pilares debilitados o colocando cargaderos bajo las vigas con excesiva flecha. Esas estructuras a veces se pueden salvar, aunque la mayoría de las veces la solución es tan costosa o complicada que es mejor permitir que el edificio caiga. Otras estructuras simplemente colapsan, sin evidencias previas. De repente caen por culpa de alguna lacra oculta, y lo único que se puede hacer es mirar las ruinas con cara de incredulidad. 

Con las relaciones ocurre lo mismo. Algunas comienzan a deteriorarse con previo aviso, y se puede intentar salvarlas, y otras simplemente colapsan en un instante. La de Guille, sin yo saberlo, era de este tipo. Se fue a las pocas horas de comenzar 2017, después de haber asistido a la fiesta de fin de año de unos amigos, a los que sonrió a todos conmigo al lado. 

Llevo alelada desde entonces. Tal vez debería llorar, pero, de momento, no me apetece hacerlo. Intenté emborracharme. Tenía una botella de Sangre de Judas. Es un vino espumoso y dulce -lo de los matices se lo dejo a los entendidos-. Terminé con dolor de tripa por el gas de la bebida y por lo dulzón y, paradójicamente, con resaca, aunque ni siquiera conseguí achisparme. 

¿Por qué lo cuento aquí? Seguramente porque no tengo a nadie a quien atribular con mis penas. Lo contaré a mi familia, pero después de pasar estar fiestas porque ya tienen suficientes razones para odiar las navidades. Y nunca he tenido una amiga a la que pringar el hombro con mis penas. 

Cuando se lo cuente a mi familia, seguro que mi madre me echa la culpa a mí, dirá que no aguanto nada. Mi cuñada le echará la culpa a Guillermo, dirá que mientras las cosas fueron mal en su negocio, no se apartó de mi lado y que ahora que comienza a funcionarle todo, me deja. Mis hermanos le encontrarán miles de defectos que no le vieron mientras estábamos juntos. 

Él lo niega, pero, supongo que Guille, simplemente, ya es de otra.

8 comentarios:

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  2. Aquí tienes mi virtual hombro (derecho) para que lo pringues con tus penas actuales. Y aquí tienes, también, mi virtual hombro (izquierdo) para que te apoyes en él mientras esas penas las devora el tiempo y puedas construir nuevas estructuras en las que no haya signos de colapso.

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  3. Lo siento mucho. Viví una situación parecida y me consolaba pensando que algún día me alegraría de que las cosas hubieran sucedido de ese modo. Sé que era un pensamiento infundado pero me ayudaba. Y al final resulta que sí, que ocurrió, que llegó el día en que me alegré enormemente del cambio de rumbo que tomó mi vida a raíz de que mi mujer me abandonara (de un día para otro, sin aparentes grietas ni indicios de colapso).

    Estoy seguro que a ti te ocurrirá lo mismo. Así que sólo te deseo que no se prolongue demasiado el periodo de tristeza y desorientación. Un abrazo.

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  4. Definitivamente no es la mejor manera de comenzar un año. Yo creía que estaba fatal, pues estoy saturado de trabajo, pero sin un centavo en el bolsillo (hasta que no termine no me pagan), pero lo tuyo definitivamente está para una novela.

    Entiendo que eventualmente la familia se enterará, si es que no lo han hecho ya. La depresión, la desorientación, el "luto", vívelo, siéntelo. Hay que hacerlo, es una etapa que hay que transitar. Un consejo al respecto: nada de alcohol, siempre ha sido una mala compañera.

    Sin embargo, debes recuperarte pronto, más allá del lazo sentimental, hasta donde tengo entendido, también tienen asuntos legales que deben tratar. Te recomiendo que si está en tus posibilidades, hazlo a través de un abogado, para evitar situaciones desagradables.

    Por último, y como dijo Maese, aquí tienes varios hombros en los cuales secarte las lágrimas. Los míos son huesudos e incómodos, pero son como las sillas de los buses: te mantienen despierto.

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  5. Vaya, lo siento mucho.
    pam

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  6. Muchas gracias a todos.

    Supongo que deberé pasar por diferentes etapas, como con el luto cuando se muere alguien: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Durante unas horas simplemente estuve alelada, sin comprender nada. Luego me sentí una víctima y ahora estoy en el momento que me sé una pardilla.

    Mi familia ya lo sabe y han reaccionado con escepticismo.

    Siempre me ha resultado fácil desenamorarme de quien no me quiere.

    Supongo que ahora sólo queda que Guillermo me mande a sus abogados, como antiguamente se mandaba a los padrinos antes de un duelo.

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  7. Hola! Lo siento .... me temo que no hay más remedio que pasar las etapas que comentas y aceptar. A veces llegan decepciones,,esperadas o inesperadas pero sea como sea es doloroso. A mi me paso también con una amiga de hace más de 20 años q alguna vez me solto alguna indirecta pero nunca pensé q me fuera A decir q ya no quería ser mi amiga. Fue duro y ya no tenemos contacto. Yo creo q las cosas se pueden y deben hacer de la manera menos dolorosa pero no vivimos en un mundo de excesiva empatia.
    Quedarse con lo bueno es lo mejor y aprender de la experiencia para seguir adelante con la vida.

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  8. Hola! Lo siento .... me temo que no hay más remedio que pasar las etapas que comentas y aceptar. A veces llegan decepciones,,esperadas o inesperadas pero sea como sea es doloroso. A mi me paso también con una amiga de hace más de 20 años q alguna vez me solto alguna indirecta pero nunca pensé q me fuera A decir q ya no quería ser mi amiga. Fue duro y ya no tenemos contacto. Yo creo q las cosas se pueden y deben hacer de la manera menos dolorosa pero no vivimos en un mundo de excesiva empatia.
    Quedarse con lo bueno es lo mejor y aprender de la experiencia para seguir adelante con la vida.

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