Hoy ha sido un día casi festivo. Apenas he trabajado. Ahora (estoy en un pequeño receso) me toca enfrentarme a todos los certificados y correcciones que quedaron aplazados.
Quiso la casualidad que cuando bajaba del cementerio, me encontrara en el bosque de la Alhambra con una amiga que es profesora de apoyo en un centro de la zona norte de Granada. Estaba con sus alumnos. Habían visitado los jardines del Generalife y esperaban que el autobús del colegio los recogiera. Al principio de curso mi amiga estaba tan decepcionada que le faltó muy poco para pedir un año sabático, con la esperanza de que el paso del tiempo y la suerte le proporcionaran plaza en cualquier otra parte de Andalucía (estaba convencida que no le podía caer peor colegio). Sus alumnos, por lo menos los que había ido a la excursión, eran adolescentes encerrados en cuerpos de adultos. Revoloteaban a su alrededor, la llamaban maestra, y una niña se aferró a ella, buscando protección, cuando pasó junto al grupo una pareja con un perro, aunque el animal iba con correa. Parece que el nubarrón pasó y ahora está contenta, a pesar de haber tenido que sacrificar su larga melena por culpa de una epidemia de piojos (lleva un pelado tipo Sinéad O'Connor).
Su transporte llegó y se marcharon. Yo seguí paseando con pereza porque es lo que este tiempo invita a hacer. El otoño asomó sus zarpas durante un par de días, pero como si la climatología quisiera cuidarnos con una transición suave, de inmediato las escondió permitiendo al verano prolongarse hasta producir frustración en los vendedores de ropa (la mayoría no compramos hasta que se produce la necesidad: ¿y si no llega nunca el invierno?). Si la situación sigue igual, me veo celebrando año nuevo como en el hemisferio sur: con bikini y gorrito de Papá Noel.
Si eso llega a pasar, (celebrando año nuevo con bikini y gorrito de papa noel), nos envías una foto. Aquí, la celebración se ve algo sombrío. Ya la gente tiene la mente puesta exclusivamente en las necesidades, y son pocas las familias que aún mantienen espíritu navideño como para empezar a adornar sus casas. Un poco triste la verdad, viniendo de alguien que aún considera innecesario montar y desmontar un arbolito de navidad con todos sus vericuetos por el lapso de dos meses, sin contar las luces que siempre se guardan funcionando y al volver a montarlos están fallando.
ResponderEliminarNo he comentado nada aún en tu historieta. Ya le eché un ojazo rápido. Pero voy a volverlo a leer, porque, al igual que el de la cánica, me deleita dedicarme a exclusivamente a leerlo, y no hacerlo mientras estoy en un bus, en el baño o en el mínuto que autocad tarda en cargar.
Me temo que no va a ocurrir, aunque me hacía ilusión: el hombre del tiempo ha informado que a partir del lunes hará ya frío. Una pena, tengo un bikini rojo y blanco que hace juego con el gorrito (uno muy hortera con luces rojas intermitentes incluidas -el gorrito, no el bikini-).
EliminarYo detesto la Navidad. Me molesta tener que comprar en establecimientos abarrotados de gente, y durante las dos semanas que dura es exclusivamente lo que la gente hace: comprar.
No quiero castigarte con la historieta. Me gusta darle a las teclas, es divertido, pero en demasiadas ocasiones me paso. Te la resumo: El dueño de una fábrica contrata a su hermanastra, a la que sólo conoce de nombre, para martirizarla porque la considera culpable de que su madre se fuera de su lado cuando era pequeño. No puede evitar enamorarse de ella: incesto.
En lo personal también odio la navidad. En mi ciudad Navidad es sinónimo de caos a nivel de tránsito: el día es muy corto, el tráfico muy pesado, el transporte se vuelve más usurero, las cosas se ponen aún más caras y yo tardo más en llegar a mi casita. Para mal de colmos, mientras para muchos es sinónimo de vacaciones, para mi empresa es sinónimo de carga excesiva de trabajo, más del que me pudiese gustar.
ResponderEliminarrespecto a la historieta, te doy permiso para que te pases. Los temas sobre incesto siempre me han llamado la atención, supongo que por tanto leer de un foro que cerraron, y en donde los principales relatos tenían que ver con ello.