domingo, 16 de marzo de 2014

Mayday

Hoy tocó comida familiar. Mi hermano, mi cuñada, mi sobrina y una amiga de ella a la que prácticamente tenemos adoptada (a mí me llama ya tita). Estuvimos en un bar cercano, en la Ribera del Genil. Paella, boquerones y calamares fritos, ensalada, crema catalana... Mejor comida de lo esperado por el precio. Escogimos el lugar por su ubicación: cerca de mi casa, con mesa prácticamente al exterior y con todo el sol de la primeras horas de la tarde produciéndonos una agradable somnolencia que habría derivado en sueño si no hubiera estado encendida la TV justo sobre nuestras cabezas. Daban la noticia del Boeing 777 desaparecido en Malasia. Cada uno teníamos una teoría.

- Mi cuñada: Han sido abducidos. Lo siento, es mi cuñada, ella cree en esas cosas. En una ocasión, por navidad, mi sobrinilla, que tendría unos 5 o 6 años, me susurró al oído: No le digas a mamá que Papá Noel no existe

- La amiga de mi sobrina: En el avión volaba alguien con una grave enfermedad contagiosa y el FBI lo tiene secuestrado hasta que pasen la cuarentena. (Ella y mi sobrina sabían que una cuarentena no tiene que ser necesariamente de 40 días, y que tiene ese nombre porque era el tiempo que tardaba en infectarse una persona y producirle la muerte o sanar, por la peste bubónica que asoló Europa durante la Edad Media). 

- Mi sobrina: Unos gamberros quisieron secuestrar el avión por una apuesta tonta y ahora, visto la que han formado, no se atreven a devolverlo. 

- Mi hermano, que conoce el valor del aluminio de avión, está convencido que son un puñado de piratas aéreos que sólo tienen el propósito de vender todo el avión por piezas, como si fuera chatarra (es que mi hermano no tiene mucha confianza en la inteligencia de los cacos). 

- Yo. Es un secuestro aéreo. Las autoridades malayas ya conocen qué exigen como rescate y lo están tramitando en secreto por exigencia de los secuestradores. Cuando entreguen todos los millones de dólares o liberen o no sé qué presos políticos chinos o tibetanos, liberarán a los viajeros.

En este momento las autoridades están barajando el suicidio de  alguno de los pilotos (cosa extraña teniendo en cuenta que suele haber tres personas en la cabina). En Indonesia ya se supuso que un piloto quiso suicidarse. Al final descubrieron que era un problema con el timón de cola. 

Si fuera creyente, rezaría por que la agonía de los familiares termine cuanto antes. 

2 comentarios:

  1. Respecto al incidente, de seguro algún país ya sabe en donde está ese avión. Es inconcebible pensar que las bases aéreas que tienen para detectar aviones "invisibles" no lo hayan detectado en sus más de cinco horas de vuelo adicionales. Lo que sí me preocupa es por qué han pasado más de una semana, y nadie se pronuncia al respecto.

    Respecto al rezo, no tienes por qué ser creyente para hacerlo. Simplemente le pides al azar y a las estadísticas que le den fin al asunto, sea cual sea el resultado, para que los familiares tengan una absolución.

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    1. A mí lo que me mosquea más son los móviles. El móvil de mi sobrina tiene instalado un programa que nos permite conocer dónde se encuentra en cada instante. Sólo estando apagado no se podría detectar.

      En este momento le están echando la culpa a los pilotos. Pero, ¿podría ser un grupo de hacker? ¿Se puede hackear el sistema informático de un avión y hacer creer a los pilotos que están siguiendo la ruta correcta, cuando están desviado no sé cuántos grados su ruta?

      Espero que encuentren el avión (intacto). Si pasa el tiempo y continúa desaparecido, me temo que la teoría válida para demasiados, será la de mi cuñada.

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