domingo, 2 de marzo de 2014

La canica iridiscente - Azul

Son como catedrales góticas: estructuras nerviadas muy tenues y vidrio por todas partes. Veintitrés ve las extrañas naves que acaban de llegar a través de las lágrimas, desde un metro sobre el suelo, porque está sentada, con la cabeza del general apoyada en sus piernas. Quien la tripula es un ser que recuerda remotamente a un humano, un humano que ha sido divido en dos por su eje de simetría y unido con gruesos cordones umbilicales a la altura del cerebro y del estómago. El único que desciende de la nave va vestido con una ropa profusamente adornada y lleva los cordones umbilicales cubiertos con arandelas labradas. Cada mitad del cuerpo compuesto por simetrías es independiente. Una está atenta a lo que ocurre a su alrededor, la otra a Veintitrés y al cadáver del general. Quien lo asesinó, dispara al alienígena. No lo daña, la bala rebota en su cuerpo y cae al suelo, no hace que se enfade. El asesino sólo recibe una mirada de reprobación, como la de un profesor a su alumno díscolo después de haberlo golpeado con una bola de papel. De repente Veintitrés se encuentra bajo la atenta mirada de los cuatro ojos del alienígena, que se mueven libremente 360º por ranuras cubiertas de pestañas colocadas en la parte superior de la cabeza. El ser sujeta a Veintitrés por los hombros. Está convencida que quiere romperle el cuello. La idea le parece tan placentera, que sonríe; pero no recibe ningún daño físico. Ni siquiera nota un cosquilleo cuando un implante cerebral, del tamaño de una pulga, penetra por su oído y busca, sin dañar ninguna función, su lóbulo occipital. Acaba de ser capacitada para entender cualquier idioma.

Somos los MXXIV. Estamos destinados a preservar el equilibrio ecológico de los planetas desde tiempos inmemorables, desde que nos cargamos nuestro propio planeta, en realidad. Habéis incumplido por lo menos un centenar de normas interestelares. Sois aún demasiado salvajes y retrasados para vivir en esta zona de la galaxia. Seréis devueltos a vuestro planeta.

Nadie protesta, aunque creen que serán enviados a la muerte, a un planeta inviable para la vida. Veintitrés ve desfilar a sus compañeros, entrar en la nave alienígena, llevar con ellos los despojos de Uno, aún con vida, cerrar las compuertas y ascender. Ella sigue abrazada al cadáver del general. Sin él, no quiere seguir adelante. Si le dieran opción, Veintitrés piensa que le gustaría quedarse en ese planeta que vuelve a no tener nombre para ella, enterrar al general y echarse a dormir sobre la hierba hasta que la muerte haga que estén juntos de nuevo. Pero no tiene elección. Cuando un par de robots recogen el cuerpo inerte del general y lo llevan al interior de la nave, ella lo sigue como un perrito faldero. Los robots, semejantes a un par de linternas con ruedas, han tejido alrededor del cuerpo muerto un enjambre de hilos, finos como la seda, y transparentes. El cadáver parece levitar. 

- Agárrate. Volvemos a la civilización -dice el alienígena. 

En esta ocasión Veintitrés sí es plenamente consciente cuando atraviesan un agujero de gusano. Sólo siente un ligero cosquilleo en el estómago, semejante al que produce una noria que va muy rápida en su descenso. Varios años luz atravesados en un segundo. 

- Espero que no me consideres un bicho raro y silencioso. Es que hace siglos que no utilizaba un sistema de comunicación tan rudimentario como el habla. Tenemos implantes en el cerebro que nos permite estar constantemente comunicados unos con otros, sin necesidad de palabras. Has recibido decenas de solicitudes de antropólogos, sociólogos, arqueólogos... para conocerte. Eres un fósil viviente. También me he ocupado de avisar a inmigración para que estén presentes cuando desembarquemos. Tenéis que ser dados de alta, tú, el bebé que gestas, la bacteria que te cubre y el otro humano, aunque sospecho que él tardará unos días en poder completar los trámites, porque para eso hay que estar completamente consciente. Supongo que unos tres días llevará la reconstrucción cardíaca. Y no debes preocuparte por tus compañeros de viaje. Cuando atravesasteis el agujero de gusano sin pagar el peaje, os detectamos y desde entonces estamos poniendo remedio al problema de vuestro planeta. Mira...



Si Veintitrés hubiera girado la cabeza, habría visto, cuyo origen parecía estar en el interior de la pupila del alienígena, una proyección tridimensional de la Tierra, nuevamente de un hermoso color azul. Si hubiera hecho zoom en cualquiera de sus rincones, habría contemplado signos de vida, personas que habían resistido a la contaminación extrema y al retroceso de varios siglos que habían sufrido. Pero Veintitrés no gira la cabeza, está demasiada asombrada con lo que ve al otro lado de la ventana. 

Con la colaboración de Ltenio00

FIN

4 comentarios:

  1. Muchas gracias. Ha sido muy divertido escribirlo. Creo que ha sido lo primero que escribo utilizando exclusivamente la imaginación (con la colaboración de Ltenio00, por supuesto).

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  2. Yo me he divertido leyéndolo y soñándolo. Lógicamente no es como me lo imaginaba, porque de ser así, la historieta perdería completamente su gracia, como leer un cuento dos veces seguido. Lo que sí puedo afirmar sin ninguna duda es que me encantó.

    Tenía intenciones de conectar los sucesos. Lo que vieron aparecer de repente iba a ser la Santa María. Pero como tengo serias intenciones de que los relatos se relacionen adecuadamente, la Santa María tardará quizás medio o un capítulo más en aparecer en la vida de los MXXIV, ya que ellos aún están muy novatos en los viajes intergalácticos, cosa que, por ahora, no concuerda con tu relato.

    Respecto a la apariencia de los alienígenas, nunca quise describirlos, pues estoy "contaminado" preferí dejártelo a ti, que tienes más imaginación. Al parecer es un híbrido entre lo que yo pensaba y lo que imaginabas. Sería divertido que alguien nos ayude a pintarlo.

    Algo que se me viene a la mente: y a la final ¿Qué nombre le pusieron a las Doce casas que estabas diseñando? claro, si es comentable, claro está. Entiendo que hay políticas y restricciones a nivel informativo en los proyectos.

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    1. Al bloque de pisos al final quieren llamarlo Pio XII (espero que cambie de opinión el promotor). Cuanto más lo conozco, más cuenta me doy de lo beato que es (creo que micciona agua bendita).

      Aquí cerca tengo la librería Draco ( http://libreriadraco.blogspot.com.es/ ). Siempre me ha parecido muy misteriosa porque a altas horas de la noche, aún está abierta, con la segunda planta iluminada y llena de gente. Hace poco no me pude resistir la tentación y pregunté qué hacían: son dibujantes de manga, dan cursillos de dibujo, intercambian ideas, comparten experiencias... Estoy tentada a enviarle la historieta. Sería divertido verla dibujada.

      Tus 1024 son mis MXXIV, pero más evolucionados, convertidos en los protectores de la estabilidad ecológica de la Galaxia. Al principio, mis aliens iban a ser violento y exterminar a la raza humana. Pero me abriste los ojos: si son más avanzados, también deben ser más civilizados.

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