viernes, 4 de julio de 2014

The End

Se acaba. Parecía que iba a ser interminable, pero comienza el fin del fin. Nos queda muy poco para entregar el edificio del Campus de la Salud. Ver que se termina me sumió estos últimos días en una profunda tristeza que me anulaba la voluntad para hacer cosas. Mantener relaciones sexuales, correr, leer y escribir, nunca he sentido pereza para hacer esas cosas, a excepción de estos últimos días. Me despertaba y lo primero que pensaba es que somos mortales. Un día esto se acabará. ¿Para qué esforzarse? Dice mi tío Fermín que he estado un poco deprimida. Sólo un poco. Debería ser todo lo contrario, porque la obra del Campus de la Salud me tenía atada. Me obligaba a levantarme temprano casi todos los días, a tener preocupaciones, a estar colgada del teléfono constantemente, a quedarme más de una noche despierta por tener que resolver alguna metedura de pata ajena, a tener peleas con unos y otros, a imponerme y parecer una dictadora cuando no se llegaba a un acuerdo... 


13 comentarios:

  1. A o largo de los varios años de tratamiento farmacológico y psicológico para intentar superar los malditos acúfenos que se han llevado parte de mi vida aprendí muchas cosas, entre ellas descubrir la contradicción de que liberarnos de la angustia nos origina una succión cerebral difícil de controlar llamada equivocadamente depresión.
    Y ahora sí, colega BK, llegó el THE END porque voy a pasar la tarde con mi anciana madre. Un placer estar con ella y un placer haber compartido contigo unos minutos de líneas y recuerdos.
    Y recuerda que sin escrúpulos es sinónimo de sin prejuicios. No sigo.

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    1. No sabía que esos ruiditos del oído tuvieran tratamiento psicológico. Creía que era un problema físico del oído interno. Yo los sufría, de forma eventual, cuando iba a una discoteca después de haber pasado mucho tiempo sin pisar una. Era como una maldición. Escuchaba un ruido de fondo durante casi toda la noche, hasta que el cansancio me terminaba agotando y me quedaba dormida. Tiene que ser insoportable soportarlo constantemente.

      Espero que te lo pasaras muy bien con tu madre.

      ¿Sabías que escrúpulo también es una china que se mete en el zapato y hiere el pie? En el caso del título del blog, es, aunque no sea literal el significado, sin pudor (por las burradas que suelto demasiado a menudo y por atreverme a poner más de dos palabras juntas a pesar de la dislexia).

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  2. Que casualidad, habla de acúfenos el señor que escribe antes. Sufro ese martirio sin remedio, aunque con algún paliativo, según una unidad que existe en Sevilla para ese problema de audición, Es un privilegio disponer de un centro para ese mal. Creo que solo existe otro en toda España: la clinica Quirós en Barcelona. He tenido que esperar cinco meses para llegar al de Sevilla.
    Pero bueno, como se trata de comentar la tristeza de los finales, entiendo que es así, que se sufre y cuanto mas tiempo pasa mas. También aquí solo hay paliativos.

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    1. Pues aunque no sea el asunto de BK, con su permiso le recomiendo que entre usted a fondo en la web de APAT. Allí encontrará mucha información valiosa y un foro de gente solidaria, educada, agradable y nada venenosa. Otros espacios parecen creados para que unos vomiten acidez infinita sin que nadie les advierta de su enfermedad.

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    2. Pues con el permiso de BK, muchas gracias señor Jose Cancio. He metido la página en favoritos y estaré atento al foro

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    3. Le puedo aportar mucha más información, pero como no deben utilizarse los espacios ajenos para indiscreciones le ofrezco mi dirección: ercium@gmail.com

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    4. Es un placer que este espacio sirva para algo más que comentar las majaderías que se me ocurre escribir.

      No sabía, ni imaginaba, que estuviera tan extendido el problema de los acúfenos (ni siquiera sabía cómo se llamaban). Primero los padecí (pero de forma muy eventual) y hará cuatro o cinco años supe que era un problema médico al escucharlo comentar a una señora en un programa de la radio (Hablar por hablar). En ese programa informaban que, de momento, no tiene solución.

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    5. Te pido disculpas por utilizar tu espacio para otros fines, aunque sean humanitarios, pero ha sido todo espontáneo y bienintencionado. Yo llevo varios años en el foro de APAT ayudando día a día a los muchos desesperados y deprimidos que por allí aparecen, sobre todo jóvenes que han sufrido un trauma acústico. Lee allí y ten cuidado con los excesos de volumen.
      Y....no escribes tonterías, ni mucho menos.

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    6. Decirte, por último, que continúo en el blog de Trapiello, un espacio muy recomendable, dado el altísimo nivel cultural del autor, persona, por otra parte, equilibrada y ecuánime con la que ideológicamente me identifico y de quien aprendo, como también aprendo de AMM.

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    7. Ayer descubrí el blog de Luis García Montero. Está bien, aunque estoy buscando a alguien que escriba casi todos los días y tenga muchos comentarios (me gusta leer entre trabajo y trabajo, aunque no siempre tengo tiempo). Me pasaré por el blog de Trapiello, que aún ando buscando donde aposentarme

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    8. Hemeroflexia se lee todos los días, aunque los comentarios de los participantes aparecen en diferido y, por lo tanto, en ese sentido es más impersonal. Pero de él aprendo mucho como humilde escritor que soy.
      Con una prima de García Montero coincido yo en una tertulia literaria. A mí me interesa menos la poesía, soy de narrativa pura. Ahora tengo tres novelas peleando: una recién entregada al Premio Café Gijón, otra la tiene una editorial de Miami y una tercera (¡gran honor!) la está leyendo Seix Barral. Se trata, precisamente, de la que suscitó una mofa por parte del niño del otro blog cuando la buscó como un inquisidor y al no encontrarla publicada llegó a la brillante conclusión de que no la había escrito. Recordando ciertos personajes de aquel lugar, no me cabe en la cabeza que se hubiera aceptado sumisamente su liderato.

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    9. No todo lo que escribe Luis García Montero es poesía. Ahora mismo estoy leyendo una de sus novelas. Es interesante. Ambientada en Granada, lo que la hace aún más interesante: me encanta que mencione lugares que conozco.

      Supongo que en concursos como El Café Gijón sí se puede confiar. No creo que se pueda decir lo mismo de otros, como El Planeta, teniendo en cuenta que sólo escritores encumbrados lo suelen ganar.

      Espero que tengas suerte con tus novelas, ya que todos admiten que no sólo cuenta, en eso del escribir, el buen trabajo, también hace falta una parte de buena suerte y el azar.

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    10. Mi novela "La semilla inglesa" (o "Anna Conway"), que está leyendo ahora Seix Barral, se desarrolla en buena parte en Granada durante la guerra civil, concretamente en Las Alpujarras donde tanto se divirtió el "sorprendente" Gerald Brenan, dejando sembrada una parte de su ser que años más tarde decidió recuperar de forma brutal.

      Pus sí, me presenté al Café Gijón porque es de los pocos concursos donde, según me informó cierta parte del mundo literario, el resultado no está amañado. Además a lo mejor puedo llegar a ser profeta en mi tierra, lo cual tiene mucho de excitante. En otros se busca la canción del verano cantada por un cantante conocido que a buen seguro resultará atractiva a los transeúntes que se detengan frente a los escaparates de las librerías. Nombre famoso=ventas aseguradas, sin importar la calidad del producto.

      Y también sí respecto al poder de la suerte en el universo literario. Hay mucho mediocre que triunfa y muchos talentos que se desprecian desde las editoriales, donde cada vez el olfato es más basto y choricero, en busca del embutido que más ganancias reporte. Te puedo garantizar que una editorial del máximo nivel aceptaron mi novela escépticos y al comprobar que el lector externo al que le encargaron el preceptivo informe aconsejó su inmediata publicación, se arrugaron ante mi "falta de nombre" y la obra se quedó en un cajón.

      Sin embargo, pese a esos desencantos,tenías que imaginarte el grado extra de libertad que supone para un arquitecto el poder escribir. No hay normativas, ni legislaciones ridículas ni licencias ni clientes miserables ni constructores destructores. Abres el ordenador y con la pantalla en blanco, como en autocad, la imaginación vuela sin cortapisas creando un mundo del que solo tú eres amo y señor, sin dar explicaciones a nadie. Descubrí esta libertad hará unos diez años, cuando me empezó a ir bien en algunos concursos internacionales de relatos, y la saboreo dos o tres horas cada día sin necesitar vacaciones ni descansos porque las teclas se apoderan de mí y no me dejan en paz, para mayor placer de mi cerebro.

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