jueves, 27 de febrero de 2014

El azar y la naturaleza


Me gusta este cuadro. ¿Quién será el pintor? Me gustan la volutas que aparecen desde la izquierda y pretenden, sin conseguirlo, subrayar el gran óvalo naranja: la mancha blanca las interrumpe e impide. Es como un gigantesco ojo ámbar que, a pesar de su ceguera, nos contempla. 

Esta imagen me hace recordar, e incluso percibo su olor, el café cremoso que servían en la cafetería de la estudio de arquitectura de Barcelona. El camarero era un hombre muy serio y silencioso. Creo que le gustábamos los que siempre tomábamos lo mismo por que así no se veía forzado a preguntar. Guille, un café solo con una nube (el mismo café en Granada es un manchado y en Málaga un café con leche corto de leche). Yo pedía un té con canela. El camarero, muy hábil en su oficio, hacía dibujos con la leche en la espuma del café: un smile, una espiga, un trébol, una espiral... La cafetería, y su camarero, naufragaron en cuanto el estudio comenzó a hacer agua. Entre la sustitución en la entrega de los proyectos en cajones negros compactos por carpetas cutres y el primer despido masivo de personal (casi todos los administrativos y contables). 

Si fuera una cursi no atena, diría que el pintor de ese cuadro ha sido Dios. Pero no soy cursi (o intento no serlo) y tan atea como la convicción de haber nacido después de la muerte -morir es volver a nuestro estado inicial de inexistencia- me lo exige ser. Así que diré que el cuadro es consecuencia de la naturaleza y el azar. En realidad es un fotografía de alta resolución sacada por la sonda Voyager 1 en 1.979 de la gran mancha roja de Júpiter (¿por qué le dirán roja? A no ser que sea daltónica, yo la veo naranja, parda u ocre... pero no roja). Al parecer se trata de un anticiclón que ha perdurado en el tiempo durante cientos de años. La Tierra podría ser engullida por esa gigantesca mancha. 

La imagen resulta aún más enigmática después de saber de qué se trata.

4 comentarios:

  1. En una primera impresión, tras leer el título de la entrada, creí que la imagen era de un óvulo fecundado. Parece mentira que las mismas formas geométricas sirvan para lo macro y para lo micro. Espirales, elipses, fractales...

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    1. Tienes toda la razón: parece un óvulo. También me recuerda a un ojo. Y es idéntico al aborto que tuvo mi perrita. Los cachorros salieron envueltos en un pellejo de color pardo, pero con idéntica forma.

      El montón de cosas que hay ahí fuera por descubrir. Lástima que la vida sea tan breve y hayamos nacido tan pronto en la historia.

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  2. Mi primera impresión fue la de ámbar en un árbol. Respecto a por qué llamarlo rojo y no el color que vemos, posiblemente, es lo que especulo, sea para una descripción y traducción sencilla a todos los idiomas (no me imagino que digan mancha mandarina acaramelizado o mancha café con leche descafeinado y deslactosado).

    Gracias a esas grandes y pequeñas cosas que comparten características en común los religiosos se han aferrado para indicar que eso debe ser obra de un gran diseñador. Tal vez sea cierto, tal vez las probabilidades de 1/un billón si se den dentro de unas reglas universales. Respecto al tema de la religión, te agradezco me hayas dado una respuesta satisfactoria respecto al huevo y la gallina.

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    1. También puede que visto desde la tierra, sea de color rojo. A ver si una de estas noches que abren al público los telescopios del Parque de las Ciencias tengo suerte y puedo ir a ver la mancha de Júpiter en directo. Siempre hay astrónomos con ganas de responder cualquier pregunta, por absurda que sea.

      Supongo que te refieres a la entrada "preguntas con respuestas". Siempre me ha parecido una evidencia la respuesta a la pregunta de qué fue antes, la gallina o el huevo. Nunca comprendí la complicación que supuestamente tiene.

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