viernes, 7 de febrero de 2014

Del amor y otras necesidades

Salgo de casa cuando la luna es una mancha blanca en un cielo muy azul y vuelvo cuando brilla en mitad de la oscuridad. Me he tirado toda la tarde buscando un regalo para Guille. No ha sido idea mía, si no de mi madre. Se empeña en que tengo que comprarle algo a mi marido para el día de los enamorados. Intenté que comprendiera que nosotros ya no nos ceñimos a las fechas oficiales para regalarnos. Ni en los aniversarios de boda, ni en los cumpleaños, ni en los santos. Estamos separados la mayor parte del tiempo. Los regalos suelen llegar con los encuentros.

Sospecho que mi madre teme que la distancia haga que Guille se acostumbre a la soledad y llegue el día que le sea más cómodo quedarse en Barcelona que venir a verme. Creo que lo aprecia más a él que a mí. Pero mi madre siempre ha sido así: muy dada a valorar lo ajeno y no apreciar lo propio. Recuerdo cómo me encorajinaba que halagara hasta lo irrazonable al hijo de una de sus amigas. Había conseguido superar el bachillerato después de que lo encerraran en Campillos (un reformatorio disfrazado de colegio, en la provincia de Málaga). Mis hermanos consiguieron lo mismo sin la supervisión de un adulto; pero para ellos nunca hubo halagos. No se daba cuenta que éramos (tal vez aún lo seamos un poco) como perros deseando que le rasque detrás de las orejas. 

Estuve a punto de comprar para Guille, en un puesto callejero, unas muñequeras de cuero. Pensé que le irían bien para cuando hace deporte. Pero en la parte interior tenían unas chinchetas de punta muy corta. El dependiente me explicó que eran para hacer deporte, pero no el que yo creía. 

4 comentarios:

  1. Y qué tipo de deporte será ese? es broma, aún con mi alto grado de ingenuidad creo reconocer el tipo de deporte al cual el dependiente se refiere. Claro está que la pregunta aquí es: ¿Se los compraste?

    Por cierto, gracias por el empujón, ya al fin me digné a crear un blog, esas dos primeras entradas son fundamentalmente de prueba, en las venideras vendrán office, autocad, mis puntos de vistas y el tetraedro adimensional (alusión a la cánica iridiscente). Tranquila, seguiré siendo tu asesor siempre y cuando me lo permitas.

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    1. Bonito avatar.

      Jajaja, no, no se la compré. Guille es muy pupas (capaz de ponerse una tirita en un padrastro, y muy poco dado al sufrimiento).

      Ya tengo pensado (pero no escrito) la próxima entrega de nuestra Canica. Se llamará el Ojo de Júpiter. Llegan a Júpiter. El general piensa que quieren colonizar Europa (al parecer, hay océanos líquidos y oxígeno -aunque no sé en qué medida-). Pero hay un levantamiento. Reducen al general y se lanzan, en lo que parece un suicidio, hacia la gran mancha roja (vientos de 400 km/h). Dentro, caen en uno de los extremos de un agujero de gusano. Se transportan hasta el centro de la Galaxia. Muy cerca de un planeta habitable para los humanos. Lleno de extraños seres que son como medusas que nadan por el aire... (ahí me he quedado).

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  2. Los flood!!!! Ten cuidado con los derechos de autor de microsoft!!, ellos tienen una serie de videojuegos llamado Halo, que fue lo que me hizo amante a los viajes interestelares y tecnología futurista.en ella, hay dos especies con forma de medusa: los flood que son parásitos que infectan vida inteligente, controlando tanto sus cuerpos como sus conocimientos; y los ingenieros, que son computadoras biológicas... Aunque de allí saqué la idea de humanos deshumanos...

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    1. En realidad sí que tienen derecho de autor, pero le corresponde a Carl Sagan. Todos los extraterrestres que imagino son muy pacíficos, y estos, más que el resto. Están destinados a mantener el equilibrio biológico en un planeta que los terrícola pretenden colonizar. Deshacen construcciones y sembrados con sus largos tentáculos. Por eso todos los personajes de la nave espacial, intentan cargárselos.

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