jueves, 18 de diciembre de 2014

¡Yeah!!!!


Nos han contratado para hacer una rehabilitación y reforma en un carmen. Vamos a ganar una miseria, vamos a trabajar y sufrir como posesos, vamos a tener que enfrentarnos a los de cultura del ayuntamiento, los restauradores, los promotores... pero hurgaremos en las entrañas de un edificio con siglos y siglos de historia. Tal vez descubramos misterios escondidos en sus falsos techos, paramentos o suelos. 



10 comentarios:

  1. Enhorabuena!

    (si al final va a tener razón Rajoy, y estamos saliendo, a rastras, eso si. :-D)

    pam

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    1. Puede que Rajoy tenga razón en algún otro sector (aunque dicen que no lo creen ni los de su propio partido). Estaríamos saliendo de la crisis si pudiéramos cobrar un sueldo digno y si existiera una subvención para restaurar todos los elementos históricos e importantes que tienen el carmen.

      Pero, seamos optimistas: ¡seguro que salimos de la crisis en 2015!!!

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    2. Uno ya no sabe si dar enhorabuenas o pésames, a mi queme llamen para ofrecerme trabajos vivniendo de donde venomos me parece un avance, pero a pesimista, si me pongo, no me gana nadie, eh!

      Así que nada, siento lo de carmen, que te sea leve, :-D

      pam

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  2. Mas parece un trabajo de Arqueología que de Arquitectura. ¡Que apasionante! ¡Cuantos misterios encerrarán esas paredes!. ¡Cuanto disfrutaría estando presente!. Pero claro, les desearía que resultara una labor rentable.


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    1. Estas edificaciones son como una caja de sorpresas, o, como diría Forrest Gump, como una caja de bombones: nunca sabes lo que te vas a encontrar dentro. Lástima que no nos dejen hacer un sótano, como quería el dueño, excavar bajo los cimientos, seguro que nos llevaba a descubrir aljibes o tumbas antiguas.

      No será rentable económicamente, pero sí intelectualmente (hay que mirar todos los aspectos).

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  3. Qué tanta rehabilitación y tanta rehabilitación, diantre, en vez de estar aquí, felicitando la Navidad a la afición. Menuda anfitriona, esta BK. De seguir así con ese carmen de tres al cuarto esta noche se le va a subir el champán a la mente y le va a pegar un bocao al medio pie de ladrilllo macizo tomado con mortero de cemento, en vez de al turrón. Así que allá ella y sus empastes. Estos arquitectos....
    A todos os deseo unos días muy felices y que el próximo año sigamos encontrándonos por estos rincones, o sea, vivos y coleando.

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    1. Tienes toda la razón: qué mala anfitriona soy; pero mi voluntad ha tenido poca culpa. Si no fuera por la doble invasión, habría felicitado a todos como es debido: con un prototipo de arbolito de navidad tipo El Corte Inglés (los del escaparate de este año son escuchimizados y famélicos, dignos de la crisis). Primero me invadió el virus de la gripe y luego mi familia invadió mi piso, hasta hoy, que después de una celebración tipo bacanal, se han marchado cada uno a su nido.

      Por supuesto, deseo que sigamos viéndonos por aquí y que todos disfrutemos de estas fiestas tanto que cuando pasen, tengamos algo digno de contar.

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    2. Hombre, colega, le dedicas una respuesta demasiado seria y justificativa al reproche tan guasón que decidí escribirte.

      Por cierto, el protagonista de la antigua serie de "Los invasores" era el arquitecto David Vincent, un rubio guaperas, como procede para representar la celestial profesión.

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  4. Pido disculpas por mi larga ausencia, en parte culpa del trabajo que me tenía absorbido 23 horas al día, parte de mi que en mis tiempos de ocio me dediqué a teclear en el ya olvidado arte del chat, parte por culpa del internet que me impidió conectarme desde el año pasado, y por último, mis neuronas no daban para articular palabras suficientes para una entrada. Te prometo que entretendré tus esperas en una cola. y aunque muy tardío, que hayas pasado una muy feliz navidad (aunque a punta de arquelogía) y aun mejor un feliz año nuevo.

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    1. ¡Hombre, has vuelto!!! Se te echaba en falta. ¡Feliz Año Nuevo!!! (con 9 días de retraso). Dile a tu jefe que trabajar en exceso es malo para la salud y para el rendimiento.

      Esta semana me he acordado especialmente de ti porque en el periódico venía la noticia de que, por culpa de la escasez de productos importados, los MacDonald's de Venezuela no vendían patatas fritas con el menú; en su lugar ofrecían yuca (la yuca la venden en algunos supermercados de aquí, algún día compraré para probarla).

      Claro que mejor lo que os ocurre a vosotros que lo que les ocurre a los usuarios de los MacDonald's en Japón: una señora encontró un diente humano en una patata frita (¡qué asco!).

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