miércoles, 15 de febrero de 2017

El día de la marmota

Mi cuñada cree en el karma. Está convencida que las cosas malas les pasa a las malas personas. Negar que Guillermo ha sido un poquito hijo de puta con la forma de dejarme, sería mentir. Cuando se enteró que su clavícula había quedado como una galleta pisoteada, afirmó que eso había el karma, o un castigo divino, que para ella viene a ser lo mismo. 

Al dolor producido por la operación y el destrozo de la clavícula, se debe añadir el vecino de habitación que Guillermo tuvo en el hospital. Sólo había una televisión y el hombre se adueñaba de ella desde primera hora de la mañana hasta las once, hora a la que pasaba una enfermera con los calmantes de la noche y obligaba a apagarla. En mi primera visita el hombre tenía puesto un programa de lo más extraño y bochornoso: Las Kardashian. Un grupo de mujeres  manufacturadas interpretaban que iban de vacaciones y se enfadaban. Se supone que los espectadores deben creer que los personajes se enfadan entre ellos de verdad, sin actuación. Tal vez esa pretensión es lo más patética. Lo único bueno del programa es el doblaje. Al personaje principal le han puesto una voz de niña mimada y cursi que delata lo que piensan los dobladores del programa. Espero que tuvieran un plus por peligrosidad: inminente muerte de neuronas. Estuve con Guillermo unos cinco minutos, salí a hacer unas compras. Dos horas y media más tarde, el programa seguía igual, invariable. Mismos personajes, misma situación, mismo falso enfado. Era como un bucle que se repetía y se repetía y se repetía y se repetía... 

2 comentarios:

  1. Aún sigo pensando en como Guillermo se destrozó la clavícula: un accidente de transito? le intentaron robar con un martillo y se resistió? saltó de un escaparate y aterrizó mal? En mi mente no es algo común visualizar como se destroza una clavícula.

    Como buen chino, entiendo muy bien lo del karma, pero si bien podría haberlo merecido, te aconsejo que no te vayas a alegrar por eso, pues el mal ajeno, merecido o no, desde una perspectiva cristiana no es algo por lo cual sentirse feliz.

    Ahora, respecto a los "realitys", siempre los he repudiado. Prefiero tener la televisión apagado que ver uno de esos programas. Son muy pocos, contarán uno o dos, los cuales tolero, solamente por su contenido técnico.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estaba con un dron midiendo una finca, había un desnivel de un par de metros, como miraba el dron no se dio cuenta del desnivel y aterrizó sobre una losa armada de una nave en construcción. Si en lugar del hombro hubiera aterrizado con la cabeza, se habría quedado en el sitio. Pero debe tener los huesos más frágiles que la mayoría de la gente, o, al menos, que mis hermanos. Hacen motocross, se han dado golpes tremendos y, de momento (toco madera) sólo el mayor ha tenido la rotura de un brazo. Costurones y fisura de costillas sí han tenido más de una.

      Lleva una racha de muy mala suerte Guillermo. En menos de un año ha tenido ya tres accidentes y siempre iba acompañado por su compañero: un accidente de coche, uno con una alambrada oxidada, tuvieron que ponerle la antitetánica, y el golpe en el hombro. No comprendo cómo continúa con él.

      Por supuesto no me alegro de que le ocurran cosas malas. Aún lo quiero, aunque me cueste admitirlo. Sólo me gustaría que fuéramos amigos, sin resentimiento, pero parece él más enfadado conmigo que yo con él.

      Eliminar