domingo, 16 de agosto de 2015

La bola

Dice mi suegra que como como un pajarito. Se refiere a que me meto en la boca pequeños trozos de comida, los mastico, los trago y vuelta a empezar. Sólo soy avariciosa con la sandía. Me gusta llenar toda la boca con esa fruta, aplastar con la lengua contra el paladar el enorme pedazo y sentir que el jugo dulce y refrescante la inunda, llegando a todas las papilas gustativas. Con esos hábitos en la forma de alimentarme, es comprensible que me resultara extraño, hasta hace muy poco, qué significado tiene formarse una bola: la comida se va acumulando en la boca y no pasa al esófago. Ahora soy una especialista en la descripción; pero a mí no se me acumuló la comida, se me apelmazaron los pensamientos. Empezaron a dar vueltas y vueltas en mi cerebro sin parar ni desplazarse. Ahora creo que ya están liberados. No sé por qué ha ocurrido. Lo más cómodo sería echarle la culpa a la enfermedad y muerte de mi tío; pero creo que eso sería mentir porque ya me ocurría antes de ser hospitalizado. Además, han terminado convenciéndome de que la muerte ha sido una liberación para él. Ahora soy especialista en frases de consuelo: Si se dijera que fuera a mejorar... Sólo estaba sufriendo... Ya no era él... Verse así es un castigo... Es verdad que sufría desde que el ictus le arrebató la movilidad en la mitad de su cuerpo y la capacidad para expresarse bien, y que fue más triste ese momento que su entierro. También es verdad que existían muy pocas probabilidades para que su situación cambiara, pero, ¿se debe considerar preferible la muerte a la infelicidad perpetua de cualquier ser humano? 

5 comentarios:

  1. En cuanto a la bola de alimento: Solo de pensar si se produce en el esófago, como me pasó a mi sin saberlo varios días, me entran escalofríos.

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  2. Qué lacónicos, y qué precisos. De este asunto lo que me atormenta es no comprender por qué se limitaron a medicar a mi tío en los últimos días de su vida con morfina, lo que le quitaba los dolores y la infelicidad, y no haberlo hecho a más largo plazo. ¿Será por ahorro farmacéutico? ¿Por temor a convertirlo en un drogadicto?

    Eso de la bola de alimento que se queda obstruyendo alguna parte del aparato digestivo, ocurre con más frecuencia de lo que se suele pensar. Hace poco salió en la conversación, estaríamos unas diez personas, y tres de ellas lo habían sufrido. ¿Cómo lo curarían cuando no existía una medicina relativamente avanzada como la de hoy en la que las operaciones es algo normal? Me temo que para una gran mayoría, significaría la muerte.

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  3. Mi forma de disfrutar la comida, se parece a tu forma de disfrutar la sandía. (ah! pero es que va con "S", y yo creyendo que va con "Z", Dios bendida el corrector ortográfico) disfruto que la comida recorra mi esófago más que su sabor en el paladar.

    Respecto al tema sobre morir o ser infeliz, espero no tener que averiguarlo en carne propia. El deseo de vivir es indispensable, el regalo de la vida no puede ser tirado a la basura, es lo que siempre me enseñaron. Pero en un caso como ese, hacer una afirmación es un acto, y con el perdón de todos los que comenten, de hipocresía, porque esa respuesta de parte de cada uno de nosotros, sólo será cierta, confirmada para cuando nos toque vivirla, y posiblemente no tendremos la oportunidad de compartirla. Mientras, espero que nadie tenga que responderse y reflexionar sobre esa afirmación.

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