jueves, 25 de abril de 2013

¿Dónde están?

Tenía ganas que llegara la primavera para ver de nuevo florecer a los extraños árboles que habían plantado en el Camino de Ronda. Eran endebles, como rayas pardas dibujadas en el aire, con tronco muy corto, parecidos a arbustos cuyas ramas nacen casi de la tierra. El año pasado, por esta misma fecha, con los primeros días de calor, los árboles se llenaron de flores blancas sin el aviso previo de la aparición de  capullos. Un día parecían esqueletos, raíces que han equivocado la dirección de crecimiento y al día siguiente, ¡plot! estaban completamente blancos, nevados, llenos de flores. Recordaban a esos árboles muy flexibles que soportan el paso de un huracán y terminan cubiertos de plásticos.

Este año ya no están. Han desaparecido todos. Han sido sustituidos por otros complemente convencionales, sin sorpresas, que con la primera templanza de la primavera se han cubierto de botones verdes de las que saldrán, con esa lentitud que permite acostumbrarse a los cambios, hojas que terminarán derribadas por el invierno o una poda indiscriminada.

¿Quién se estará enriqueciendo con esta constante muda de plantas en toda la ciudad?

2 comentarios:

  1. Pues seguro que detrás hay intereses particulares, pues los árboles son longevos y no creo que haya que estar cambiandiolos cada año.
    Cuantas veces recorrí ese Paseo de Ronda cuando viajaba por motivos laborales.

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    1. Cada dos por tres están cambiando las plantas (de ese detalle sí me había dado cuenta). Las flores de los maceteros que cuelgan de las farolas y las de los que están en las calles (maceteros estándar, esos que parecen ceniceros gigantes, que lo mismo ves en Granada, Málaga, Barcelona e incluso en París). Plantas que están saludables y las sustituyen por las buenas (supongo que si se preguntara, sería que por no ser de temporada); pero con los árboles, no existe esa excusa.

      El Camino de Ronda está irreconocible. Durante dos o tres años ha estado levantado, un campo de batalla en mitad de la ciudad; ahora ya empieza a tomar forma y vida (la gente vuelve a pasar por él) porque han puestos aceras muy amplias y un carril bici por el que los peatones pasan somo si se les hubiera extendido una alfombra roja. Está bonito.

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