lunes, 10 de noviembre de 2014

Una línea invisible

¿Qué ocurre cuando escuchamos a un recién divorciado? Por lo general la otra parte es la única culpable. El monstruo o la bruja que dejó de querer o demostró con hechos que la relación era ya imposible. Cuando escuchamos a la otra parte comprendemos que ambos participaron en esa ruptura. 

En el plebiscito del 9 N ha ocurrido eso: sólo se ha escuchado a una de las partes; la que exigía la independencia y exclusivamente proclamaba los beneficios de la secesión, callándose los posibles problemas a los que haya que enfrentarse si existen esas barreras invisibles que coartan la libertad de movimiento. ¿A qué vicisitudes nos enfrentaremos si Cataluña se independiza? ¿Tendrán que pagar nuestros productos aranceles? ¿Cuáles serán nuestros impuestos teniendo en cuenta que la deuda interna de Cataluña es la mayor de toda España? ¿Necesitaré visado para ir de una de mis casas a la otra? ¿Saldremos de la Unión Europea?..

No comprendo por qué se le está dando tanta importancia a unas votaciones que han coartado la libertad del electorado. Al igual que a nadie se le ocurre comprar un producto sin conocer previamente el precio, al electorado no se nos puede exigir votar sin conocer las consecuencias reales de lo que nos impele a meter en una urna una papeleta con un Si o un No. 

12 comentarios:

  1. Recomiendo encarecidamente la lectura del reciente "No te prives", una recopilación de artículos de Savater en la que se aborda tanto el tema catalán como el vasco con la habitual lucidez y fina ironía que caracterizan al autor. Me parecieron muy oportunas algunas de sus conclusiones: "En realidad en Cataluña quieren decidir no dejarnos decidir" "Es absurdo desentenderse de la clase política como si fuera gente procedente de otro planeta. Cuando los votamos les mandamos que nos manden durante cuatro años".
    En mi opinión Cataluña jamás se independizará porque consiguen más rentabilidad cobijados bajo el gran paraguas español. Otra cosa es que nos sigan arañando indefinidamente para arrapiñar con todo lo que puedan. Es lo que se llama idealismo de barriga llena.

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    1. Hay mucho resentimiento contra España en Cataluña y muchos catalanes imaginan que Cataluña fuera de España será una especie de Mónaco o Andorra.

      Hasta hace muy poco estaba convencida que Cataluña se llevaba mucho más dinero del que aportaba a la sostenibilidad del país. Veía las infraestructuras de Barcelona y las comparaba con las de Andalucía y me parecía bastante evidente. Luego me enteré que la deuda de Cataluña es la mayor de todo el país, y puede que no sea como imaginaba.

      Gracias por el consejo de los artículos de Savater. Los buscaré.

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    2. En cualquier caso es de un egoísmo intolerable (otra forma de fascismo) querer desmembrarse de "los pobres" para no tener que repartir con ellos lo que por lo visto es "solo nuestro. El día que una región notoriamente desfavorecida reivindique su independencia creeré en el idealismo, mientras tanto sentirse vergüenza de pertenecer a esta clase humana indigna que no siente la menor preocupación por el ébola si no nos afecta. ¿O exagero? Me gustaría que la triste Teresa Romero y su iracundo marido recogieran sus indemnizaciones y las entregaran jubilosos a los africanos abandonados a su suerte. ¿Lo verán nuestros ojos? Contrapunto, claroscuro, mediocridad y mezquindad envueltos en el celofán del cinismo.

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    3. A mi entender, Teresa Romero ya ha sido suficientemente generosa para que se le pueda exigir más (estuvo a punto de perder la vida por ayudar a salvar la de otra persona). Fue a ella a quien se le llamó públicamente negligente y mentirosa, cuando deberían haberle demostrado el mayor de los respetos. Sí vería con muy buenos ojos que Javier Rodriguez donara su sueldo (ya que está visto que no se lo gana) para comprar trajes adecuados para nuestros enfermeros y médicos.

      Hay mucha gente fuera de Cataluña que quiere que se independice porque piensa que es un lastre para el resto de España. A mí me parece una barbaridad porque sólo la unión de muchos países los hace más fuertes antes las nuevas potencias.

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  2. No en tiendo eso de "unas votaciones que han coartado la libertad del electorado", pues supongo que pudieron votar también de forma masiva los no indepeendentistas y no lo han hecho. El resultado hubiera sido otro. Pero estoy seguro que conoce este conflicto con mas profundidad que yo.

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    1. La propaganda que la Generalitat ha hecho sobre el voto independentista que perseguía (¿para el bien de "todos" los catalanes) ha sido tan escandalosamente antidemocrática como la que se hacía en aquellos tiempos del franquismo que muchos vivimos. De principio a fin la campaña ha sido pura coacción. En Libres e Iguales hemos denunciado en sucesivas ocasiones lo espurio del planteamiento, donde el disidente está abocado a ser calificado, cuando menos, de infiel y traidor a la causa que los gobernantes han utilizado como bandera para seguir apoltronados en sus cómodos butacones. Ver a Pujol en la cola daba verdadera vergüenza y sugería surrealismo mexicano.

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    2. Los catalanes fuera de Cataluña, pero censados allí -como Guille y yo-, no hemos podido votar. Al menos desde Andalucía. He visto en la TV que desde Londres sí han podido hacerlo.

      También me parece que se merma mucho las libertades del individuo si se le pide que decida algo dándole a conocer sólo parcialmente el significado de su voto a favor o en contra. Es como si en las próximas elecciones municipales se amordazaran a los políticos de la izquierda (o de la derecha) y sólo pudieran hablar los de una ideología.

      Esto no significa que esté en contra de un plebiscito por la independencia de Cataluña. Debería haberse hecho bien, por medio de la legalidad (aunque hubieran tenido que recurrir a los tribunales internacionales). Lo que ocurre es que en este caso a los catalanes se nos habría dado a conocer muchos detalles que no habría favorecido tanto el voto afirmativo (a pesar de ello, estoy convencida que habría seguido ganando el sí, pero por un margen más estrecho -tal vez el 60%).

      También ha habido muchas personas -como mi suegra- que estaban a favor del no, pero que no fueron a votar porque sabía que era un plebiscito que, si sirve de algo, será para que Cataluña consiga más derechos autonómicos, pero para nada más.

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    3. Seguro que a Mas también le ha revuelto las tripas la imagen de Pujol votando. Pujol es un personaje tan abyecto hoy día, que sólo es digno para mostrarse en el Portal de Belén como caganer.

      Pero Mas tenía razón cuando pedía a los catalanes que votaran, porque ahora tiene un as bajo la manga. Seguro que consigue más derechos autonómicos para Cataluña.

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  3. En Londres podían hacerlo porque el siguiente paso es la "internacionalización" del problema. Puro marketing.

    http://cat.elpais.com/cat/2014/11/10/catalunya/1415609127_620193.html

    ¿A quién le interesan los votos de los catalanes que viven en Granada? Esos ya están ganados o perdidos para la causa.

    Me parece estupendo que te consideres catalana por estar censada allí. Yo también lo estuve, durante cerca de dos años. Y mi abuelo estuvo censado en Cataluña durante una época fundamental de su vida. La guerra trastocó sus planes, como los de tantos otros, y le llevó lejos de su querida Barcelona. Mis hijos no están censados en Cataluña, pero podrían estarlo en un futuro si ellos quieren y seguimos formando parte del mismo Estado.
    ¿Por qué no puedo participar en un referendum que afecta directamente a mis derechos como ciudadano? ¿Por qué tengo que conformarme con que unos conciudadanos decidan por sí solos si me convierten en extranjero de una tierra en la que viví y vivió mi abuelo? ¿Por qué tú, que ahora estás censada en Cataluña pero quizás no lo estuvieras hace quince años, puedes votar; y yo, que ahora no estoy censado pero sí hace quince años, no? Es que no lo comprendo.

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    1. Estas elecciones han sido una farsa que sólo ha servido para que los organizadores digan que ha sido un éxito y al gobierno central que ha sido un fracaso. Pero la gente ha votado sin saber exáctamente qué implica esa independencia que exigen a gritos.

      Si hubieran sido unas votaciones reales, seguramente habrían puesto normas para saber quién puede y quién no votar. Es posible que sólo permitieran votar a quienes hayan nacido en Cataluña, produciéndose la paradoja que a mí, que sólo he vivido tres años continuos en Barcelona, sí me permitieran votar porque, por accidente, nací allí, pero a mi cuñada, que apenas ha salido de Barcelona, la dejarían sin votar porque, también por accidente, nació en Andorra.

      A veces pienso que también nos deberían dejar votar en las elecciones estadounidenses.

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  4. Lo que me llama la atención es que la izquierda no rechace que los ricos quieran separarse de los pobres inventando coartadas inverosímiles. En mi época juvenil lo que se repudiaba era el egoísmo feroz de la derechona implacable. Debe ser que con el paso del tiempo las trincheras se confunden por culpa de esa niebla llamada poder mediático. Quizá eso explique también que el ébola, decepcionando, no haya producido la rentabilidad política esperada: más muertos = más votos.

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    1. Creo que la izquierda, en este caso, antepone el derecho a la libre elección de los ciudadanos a decidir quién los gobierna, a la mezquindad de querer los ricos desprenderse de los pobres.

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