sábado, 11 de febrero de 2012

Entre tinieblas

El Albayzín es el barrio antiguo de Granada. Sus calles son un dédalo en el que puede perderse incluso quien vive en él (yo estoy convencida que está lleno de agujeros de gusano). No es un buen lugar para correr porque sus calles no están asfaltadas; en el mejor de los casos son de adoquines; aunque lo normal es que estén pavimentadas con cantos rodados; y en el peor, sólo son una sucesión de socabones en mitad de la tierra desnuda. Pero, aún así, a veces cometo la imprudencia de correr por esa zona de Granada tan llena de historia, por necesidad de cambiar de recorrido o porque la curiosidad me arrastra. Ayer lo hice, corrí por sus calles porque estaba cansada de ver los mismo edificios de todas las noches, y hasta a los borrachos de siempre. 

Ahora las calles, incluso las de urbanizaciones privadas, deben tener unas dimensiones mínimas. Es importante que por ellas pueda circular un camión de bomberos. La mayoría de las viviendas del Albayzín están catalogadas por el Patrimonio Histórico Artístico de Granada. Sólo se pueden rehabilitar (nunca se podrían tirar y hacerlas de nuevo -aunque las trampas existen-) pero siempre deberán conservar la alineación a los linderos públicos y las alturas (no imagináis la sinrazón de esta normativa: techos tan bajos que hacen ir encorvados a sus habitantes y escaleras con cabezada). Las calles de la mayor parte del Albayzín siempre tendrán el mismo trazado. Algunas, con acceso a los vehículos, son tan estrechas que es imposible que por ellas pueda pasar un coche y un peatón a la vez (no suelen tener aceras). Y otras peatonales miden lo que los brazos extendidos de un niño. Ayer iba por una de esas calles cuando noté que "algo" extraño sucedía. Tardé en darme cuenta. Era el ruido. No había silencio, como suele ocurrir. Algo rozaba con algo, y no era yo. A las dos o las tres de la madrugada suelo ser la dueña de la ciudad. 


Ni una señal de vida (correr de madrugada, es como sumergirse en la película "Soy Leyenda"). Pero ayer no estaba sola. A cuatro o cinco metros por encima de mí, en una de esas calles que puedes abarcar las dos fachadas enfrentadas con los brazos extendidos, habían tres chavales que ascendían por los paramentos sin más ayuda ni sistema de seguridad que sus propios cuerpos. En un principio pensé que eran ladrones. Iba a salir corriendo en dirección contraria a la que llevaba hasta entonces; pero no me dio tiempo. Desde la altura que estaban se dejaron caer, y como en la calle no había espacio más que para una persona, me saltaron (mido 1.69 m), utilizando como único punto de apoyo la reja de una ventana. Eran demasiados rápidos para perseguirlos, pero los vi alejarse dando salto inimaginables, como si fueran capaces de burlas la ley de la gravedad. Cuando llegué a casa se lo comenté a Guille. Él, que está más puesto en todas las majaderías y ocurrencias extrañas de los chavales, me dijo que seguramente era un grupo practicando parkour

Hoy me he llevado la cámara fotográfica. Pero, aunque he hecho el mismo recorrido que ayer, no los he encontrado. 


Casa con graffiti de El niño de las pinturas al final de la Cuesta de Escoriaza


La impenetrable oscuridad del Bosque de la Alhambra


Uno de los regatos que discurre por la carretera que lleva hasta la Cuesta de Gomérez


Escalinata que desemboca en el famoso Mirador de San Nicolás


El Albayzín más moderno (ya de vuelta a casa)


11 comentarios:

  1. ¡Ay, Granada, qué bella ciudad!
    Oye, pues no tenía ni idea de la existencia del parkour ese. Hay que ver lo que maquinan las cabezas.
    Lo que dices de que la zona antigua no se puede rehacer me lleva a un pensamiento que he tenido ya muchas veces. A mí me gusta mucho todo lo antiguo y, en principio, siempre pienso que hay que conservarlo. Pero por otro lado, me pregunto por qué le damos tanto valor a lo antiguo, por qué queremos conservar esas casas que, como tú dices, no reúnen condiciones para una vida cómoda. Por qué, en resumidas cuentas, consideramos que eso tiene más valor que una casa moderna con comodidades, en una calle donde no te partes la crisma resbalándote por los empedrados (me pasó allí), por donde puede pasar un coche de bomberos o una ambulancia. ¿A ti qué te parece?

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    1. Te respondo en la siguiente entrada (es que aquí no podía poner fotos)

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  2. Joder, qué susto debieron darte. Yo la verdad es que paseo por el Albaicín con bastante tranquilidad por la noche, pero alguna vez he pensado que si fuera mi ciudad igual no iba tan confiado.
    Si alguna vez quieres ilustrar otra entrada con alguna foto de Granada, no como esta que las fotos son parte del relato, y no sabes cual escoger, te ofrezco alguna de las mías, aunque estas que tengo puestas en mi página no me acaban de gustar del todo:
    http://fotos.manuelcouceiro.com/Granada/index.html

    Un abrazo a tí y otro a Lili La Plume :-)

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    1. Muchas gracias por el ofrecimiento. Ya había visto tus fotos de Granada -y todas las demás que tienes colgadas en tu blog-. Las que más me gustan son las de Sevilla (creo que porque casi todas son fotografías de personas). En algunas de tus fotos de Granada, por los colores, se puede una imaginar los olores.

      Como ayer llevaba la cámara de fotos (aunque esperaba tener otro objetivo) aproveché para sacar algunas -la mayoría han salido demasiado oscuras-. No tengo una cámara adecuada.

      Y sí, los chavales me dieron un susto de dos pares de c... El único lugar de Granada que me da "acojone" es el barrio de Almanjáyar. Pero cualquier parte de la ciudad asusta mucho menos de día que de noche.

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  3. Por cierto, Ángela, si les esto te he contestado en mi blog a un comentario tuyo de hace unos días... es que no me había avisado el wordpress de él, y como tengo tan pocos.
    Rebeca, siento usar tu blog de tablón de anuncios, no lo volveré a hacer :-)

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    1. Manuel, puedes utilizar mi blog para lo que quieras y cuando quieras. A fin de cuentas, sólo somos cuatro gatos bien avenidos.

      A mí también me salen los avisos de los comentarios cuando le da la gana al msn.

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  4. Oído, cocina. Pero no soy Lili, sino Fifi, Fifi la Plume.

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  5. Para empecear, no sabía que tuvieras blog (acavo de engancharte desde lo de Sap).
    Me ha hecho mucha ilusión ver la Cuesta de las Arremangadas, de la que yo hablab hace unos días en mi blog. Seguiré viendo tus contenidos.

    AG

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    1. Más que un blog, es como una libreta de redacciones que me ayuda a que no empeore mi dislexia mientras me entretengo soltando todas las chorradas que se me ocurre, o todo aquello que veo.

      Aún no he leído tu post de la Cuesta de las Arremandagas -voy a ello-.

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  6. Por favor: yo otra vez. Con mi manía de no revisar, me encuentro con un "acabo" escrito con v que me da sarpullido. Anda, sé buena y corrígelo.

    AG

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    1. Lo siento, no me deja rectificar los comentarios (ni los propios ni los ajenos), pero no te preocupes, este blog, contigo, sólo lo leen cinco personas y media.

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