¿Nuestras vidas son círculos? Estamos muertos y nacemos sin memoria, desdentados, calvos, arrugados, sin capacidad para caminar y siendo completamente dependientes. Si un accidente de cualquier tipo (automovilístico, avión, coronario, cerebral...) no nos ha eliminado antes, nuestras condiciones antes de morir suelen ser similares.
Lo realmente importante, y lo único que tenemos al final, es lo que ocurre entre esos dos cabos del círculo que termina cerrándose. Hay quienes aspiran a tener grandes experiencias, a conocerlo todo, a sufrir, padecer, disfrutar de todo. Yo sólo quiero que los días se sucedan aburridos y monótonos, sin más altibajos que los imprescindibles para evitar que el aburrimiento me desencaje la mandíbula por los bostezos.
¿Qué ocurrirá en las mentes de quienes han sobrevivido a una gran catástrofe? Las pocas veces que la literatura ha hablado de ellos ha sido para convertirlos en monstruos que no han sabido sobreponerse a su experiencia. Supongo que, en parte, por esa razón prefiero la monotonía: por temor a que cualquier vicisitud me cambie la personalidad.
¿Eres igual que cuando tenías, por ejemplo, cinco años?
ResponderEliminarHe evolucionado un poquito desde los cinco años -aunque dice mi madre que yo nací vieja porque siempre me estaba cuestionando todo.
EliminarLas pequeñas vicisitudes de la vida nos hacen madurar, nos hace más fuertes. Pero, mi temor es que tenga que enfrentarme a una gran catástrofe (un terremoto o un atentado), y sobreviva. ¿Qué mellas sufrirá mi personalidad?
Creo que eres la primera persona que maneja Autocad de la que veo desprenderse una reflexión semejante. Me ha gustado mucho por su profundidad. Yo he pasado la mayor parte de mi vida pensando de una forma muy similiar, pero en los últimos tiempos estoy aprendiendo a mirar la vida de una forma más abierta. ¿Tenía razón antes, o tal vez ahora? Creo que no lo sabré nunca, pues no hay respuesta posible. Un dia fue a parar a mis manos la Ítaca de Kavafis, a partir de una referencia en un artículo de Muñoz Molina, no sé si de El Robinson urbano. Creo que este fue el detonante de una forma nueva de mirar el mundo.
ResponderEliminarQuizá la vida sea precisamente eso, exponerse al mundo, sufrir unas veces, amar otras, paladear tragos amargos y compensarlos con gotas de impagable felicidad.
Mi mundo se ha complicado por muchos motivos en los últimos tiempos. A pesar de ello he cambiado una forma un tanto sencilla y monótona de vivir por otra más abierta, dejando a un lado los miedos a cuanto pueda ocurrir. Es inevitable verse asaltado a la mínima por el miedo a perder lo mucho o poco que se tiene, pero quiero pensar que ese riesgo, mantenido dentro de ciertos márgenes, es muy positivo.
Gracias por la reflexión. Un abrazo.
Dibujar con Autocad es bastante compatible con darle a los engranajes del cerebro. (Aunque mis reflexiones suelen ser consecuencia de una mala digestión).
EliminarSupongo que los temores a los cambios excesivos están en parte alimentados por la crisis. Compañeros que hasta hace nada estaban en condiciones que se podrían calificar de envidiables, ahora se encuentran en un estado muy precario. (Da miedo encontrarse en una situación semejante).
Gracias por tus palabras
No es bueno complicarse mucho en la vida, hay que aprender a saborear la sencillez, las muchas cosas gratis que la vida ofrece; todo esto no es incompatible con la modernidad, con vivir los tiempos propios de cada uno, pero a veces, no es malo bajarse de la burra y caminar con los pies en el suelo.
ResponderEliminarLo malo es que a veces, bajarse de la mula, implica que te dé una coz. Puestos a escoger, yo prefiero la monotonía, sin altibajos.
EliminarSoy una ferviente admiradora de tu Jacinto -Si no te lo digo más a menudo, es por temor a hacerme tediosa.
Yo creo, BK, que tu personalidad no es un compartimento estanco, es algo que fluye. Tu personalidad es la de ahora, pero también fue la de cuando eras niña, y será la del futuro. No tengas miedo. El miedo paraliza, y eso no es bueno. Vive la vida tal y como se presenta, sé quien eres ahora y no te preocupes de quién serás en el futuro. Las vicisitudes de la vida unas veces nos hacen más fuertes y otras nos hacen más débiles, pero no pasa nada, nunca pasa nada (aunque a veces pase).
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