sábado, 4 de mayo de 2019

La dulce vida

Hay un libro de Antonio Muñoz Molina que me gusta mucho: Plenilunio. Casi de inmediato sabemos quién es el asesino de una niña violada porque escuchamos sus pensamientos, los rumia lleno de odio, mientras que su comportamiento es el de un hijo ejemplar y el de un pescadero afable. 

Tengo la imperfección de la impuntualidad por defecto: llego a los lugares demasiado pronto. Me preocupa hacer esperar a la gente. Pero a las reuniones con los abogados de Guille la invención de problemas con el metro se hizo asidua. Me esforzaba por llegar tarde. Temía encontrar a Guille a la entrada del despacho de los abogados, y no sólo por tener que intercambiar unas palabras con quien se había convertido en un completo extraño. En realidad era pavor. En la segunda reunión, Guille vomitó, lanzando gritos y gotitas de saliva, con la cara tan encarnada que parecía posible que sus mejillas supuraran sangre, todo lo que él consideraba mis defectos y lo que le había amargado mientras yo creía que disfrutábamos de una vida dulce y placentera. Hasta entonces no lo había visto enfadado, ni conmigo ni con nadie.

¿Durante cuánto tiempo rumió su amargura mientras fingía ser un esposo feliz y atento? No he tenido oportunidad de preguntárselo.


6 comentarios:

  1. Qué casualidad, acabo de descubrir esta entrada y hace un rato me he enterado de que un parque de Úbeda (Mágina) por el que pasé ayer es el lugar en el que Antonio Muñoz Molina pensaba como escenario de la violación de "Plenilunio" (que está situada en Mágina aunque no conste expresamente y la peli la rodaran en Palencia).

    En cuanto a lo de Guille... ufff, qué tremendo lo que cuentas. Ojalá consigas dejarlo atrás y soltar lastre definitivamente.

    Saludos!



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  2. Me alegra que se asome de nuevo por esta ventana.
    Saludos cordiales.

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  3. Hola beka!

    Más de un año sin leerte. Espero que te encuentres bien, estés donde estés y que hayas encontrado felicidad en este tiempo. Solo te escribo para hacerte saber que del otro lado del charco, tienes a alguien impaciente por leerte. (Estoy consciente que tmapoco he sido asiduo escritor que se diga) y quien sabe, quizás hasta nos animamos en escribirnos, que tela para cortar no falta.

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  4. ¡¡¡Feliz comple!!! Ojalá que en este tu cuadragésimo aniversario vuelvas a retomar tus entradas en este blog.

    Saludos y mis mejores deseos.

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  5. Hola Rebeca, no sé si verás este comentario, pero lo pongo por si acaso. Hoy he pensado en ti cuando he leído la columna de Rosa Montero en El País: https://elpais.com/eps/2023-05-07/la-ladrona-de-infancias.html

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    1. Hola Angela!! nos une una misma persona. La verdad que Rebeca tiene demasiado tiempo que no se manifiesta. Si en algún instante llegas a saber de ella, pues comparte. No conozco a Rebeca en persona y obviamente no se puede llamar a amiga a alguien que no conoces personalmente, pero eso no implica que esa conexión deje de estar. Creo que con saber que está bien pues bastará.

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