martes, 22 de septiembre de 2015

De vuelta... a mi pesar

Grrrrrrrrrrrrr Guille me debe unas vacaciones. Nada de musicales. Nada de conferencias. Nada de paseos románticos por las calles de Madrid. Al final he estado dos días en una de esas universidades donde los títulos son más comprados que ganados, dibujando drones. Qué miedo da el futuro. 

Vuelo a Barcelona. Nuestro piso ha sido invadido por el hermano de Guille. Lo estamos ayudando a que pase un bache. Mis suegros me dieron cobijo y en sólo dos días me enseñaron a odiar a Artur Mas, sobre todo mi suegra que, aunque lee a Nicholas Sparks, es una persona muy sesuda. Se siente vieja. Quiere vivir los años que le quedan -palabras suyas- en paz. Cree que Artur Mas está destruyendo Cataluña para hacerse un hueco en la Historia, egoísta, antropófago de sus ciudadanos. Teme una guerra civil porque está convencida que los españoles no permitirán la secesión. Somos dos pueblos a los que los políticos nos han enseñado a odiarnos mutuamente desde la dictadura -y gracias a ella-. Yo odio a Mas porque hace sufrir a mi suegra, y no nos gusta ver sufrir a las personas que queremos; pero no creo que después de las votaciones la cosa cambie sustancialmente (a no ser que se mire en el erario público de la Generalitat). ¿Cuánto cuestan unas votaciones?

Vuelvo a casa con la maleta más cargada de libros que de ropa. Aguanto una hora en el curso de escritura creativa. Demasiada gramática, como temía; demasiadas restricciones (escribir sobre un tema en concreto, con una cantidad de palabras predeterminadas). Si la literatura no es libertad (donde se puede crear de la nada personajes, épocas, mundos... hasta universos), ¿qué lo es?  No creo que me hubieran enseñado a escribir, pero sí a comprender mejor lo que leo. 

Guille regresa a Granada directamente, sin pasarse por Barcelona para hacer una visita a sus padres. Lo hace porque piensa que estoy enfadada, pero no es así. Me ha gustado volver a dibujar en 3D. Ya nadie paga un extra por una maqueta virtual. También me ha gustado utilizar por primera vez una impresora 3D (aunque una máquina de control numérico es muy parecida, pero a lo bruto) y sobre todo, me ha gustado estar con él. 

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