Hasta hace muy poco en mi casa no se celebraba la Navidad. Este año ha sido diferente. El día 24 vinieron a cenar mis hermanos, cuñadas, sobrina, un par de amigos y un primo de Guille que está pasando con nosotros unos días. El primo de Guille es un poquito raro. Anda algo alicaído porque se divorció este año y es la primera Navidad que pasa sin su mujer y sus hijos. Es albino, tiene descolorida la piel, el pelo y el ánimo. Está bien tenerlo como invitado, para que sea un contrapunto a la felicidad excesiva. Sólo después de echarse en el coleto medio litro de whisky, comenzó a animarse un poco; o tal vez mucho, en comparación a lo tristón que estaba antes de beber. De apenas hablar, pasó a cantarnos a pleno pulmón un extenso repertorio de villancicos en catalán, y mientras en la TV apareció un vídeo de Miley Cyrus. Esa cantante me recuerda a una compañera de piso que tuve en uno de mis primeros años de estudiante. Su físico era muy diferente, pero su comportamiento parece calcado. Hasta escapar de la protección de sus padres había estado tan constreñida, que en cuanto tuvo un poco de libertad, no supo qué hacer con ella. Durante los meses que compartimos techo, la vi tirarse a todo bicho que se meneara, beberse hasta el agua de los floreros y convertir el hedor de la maría en el ambientador de su dormitorio. Podía comprender que le gustara el sexo (también era una de mis debilidades en aquellos tiempos); pero, para qué fornicar estando borracha o colocada si luego no recordaba prácticamente nada (ni siquiera si habían utilizado protección: la de coca-colas que desperdició como espermicida).
Nunca me he emborrachado hasta el extremo de perder el sentido. Lo más que he llegado es a estar achispada. Tampoco me he colocado. ¿Me estoy perdiendo algo? ¿Debería beber hasta que mi personalidad cambie? ¿O aceptar más de una calada de ese porro que en las fiestas suele ofrece alguien? Siempre consideré que me mantengo apartada de las drogas y la bebida porque le tengo mucho aprecio a mis pocas neuronas, pero, es posible que sólo sea una mojigata.