jueves, 26 de diciembre de 2013

Con la que está cayendo

Compungida estoy. La culpa la tiene Elvira Lindo que hoy se despide de escribir su columna semanal en El País. 



A esta escritora tardé en conocerla. La creía muy superficial. La prejuzgue injustificadamente por culpa de la voz aflautada que ponía al hablar como Manolito Gafotas en la radio y porque es complicado pensar en una escritora para adultos cuando se la ha disfrutado como escritora para niños (le leí a mi sobrina casi toda la saga de Manolito Gafotas por el Messenger porque ella vivía en aquella época en Málaga y yo en Barcelona -le encantaba el personaje de El Idiota-). Por fortuna, reparé el entuerto y cuando a mis manos llegó Una palabra tuya, lo devoré con ansiedad. Luego siguieron Lo que me queda por vivir y Lugares que no quiero compartir con nadie. A lo mejor sólo es un viaje de ida y vuelta, un breve o largo descanso de las obligaciones semanales o, quizá, la necesidad de aparcar las pequeñas píldoras que son sus artículos para recrearse en algo más sólido y ofrecernos con más asiduidad alguna que otra novela. 

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