tag:blogger.com,1999:blog-2221431006498630487.post7242465317342993828..comments2023-06-03T14:14:02.623-07:00Comments on Sin escrúpulos: Con el sudor de tu frenteRebeca Osoriohttp://www.blogger.com/profile/00493332020652905871noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-2221431006498630487.post-20877539746281335612015-11-18T20:07:43.843-08:002015-11-18T20:07:43.843-08:00Terminé tan cansada que, como se dice por esta par...Terminé tan cansada que, como se dice por esta parte del mundo, ejerciendo esa exageración tan típica andaluza: terminé con agujetas hasta en las pestañas. Me divirtió porque fue casi ir al campo de paseo. Además, aunque madrugamos, el día fue muy bueno, incluso caluroso a eso del mediodía. Perro es fácil imaginarse el mismo olivar con la escarcha del frío de la noche y la tierra dura, congelada. Me alegra tener un trabajo tan cómodo como el mío. <br /><br />Recolectamos muchas aceitunas, nos cundió bastante. Han sacado más de 300 litros en la almazara. En este momento se está decantando. No sé cuánto tiempo llevará ese proceso. <br /><br />Nosotros también usamos dos tipos de aceites. Oscuro, Guille. Dorado, yo. Rebeca Osoriohttps://www.blogger.com/profile/00493332020652905871noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2221431006498630487.post-52717557668375729342015-11-15T02:41:10.427-08:002015-11-15T02:41:10.427-08:00Estoy seguro que si fuera un trabajo por necesidad...Estoy seguro que si fuera un trabajo por necesidad y prolongado maldeciría su suerte. También, en mi infancia fui más de una vez a recolectar aceitunas, aunque me lo tomaba como una excursión campestre, solo dura algunas horas.<br />Pero cuando más infante, escuchaba en las madrugadas desde la cama, pasar grupos de aceituneros, casi más de aceituneras que tenían necesidad de ganarse un sueldo, recogiendo las aceitunas hasta de los suelos helados y sin guantes y, seguro que en aquellos tiempos, hasta mal abrigados y no muy bien comidos, supongo que maldecirían su suerte.<br />Será porque era ese aceite, oscuro, verdoso y amargo el que consumía, mi paladar se acostumbró y es el que me sigue gustando. Cuando viajaba por razones laborales, en los pueblos de Jaén por mediación de algún amigo, compraba en los molinos y cuando me advertían que era tan reciente que aun tenía posos, les decía que no me importaba, que en los posos yo mojaba pan.<br />En cambio a mi mujer también le gusta el color oro y con menos graduación. Solución: Un tipo de aceite para ella y otro para mi.EL HIJO DEL HERREROhttps://www.blogger.com/profile/15994597157634696761noreply@blogger.com